AFP/ La Habana. La revista católica Palabra Nueva, publicación mensual de la Arquidiócesis de La Habana, reconoció la preocupación del gobierno cubano por fortalecer a la familia, pero criticó fuertemente la práctica legal del aborto, el uso del condón y la división familiar por motivos políticos e ideológicos.

La publicación dice que en Cuba "parece haber preocupación en instancias del Gobierno de que es en la familia donde se salva o se pierde la Nación".

El artículo, titulado Contracorriente, es publicado a propósito del Consejo Diocesano sobre la Pastoral Familiar, celebrado en octubre pasado.

Sin embargo, al tocar temas como el embarazo temprano, el aborto, la educación sexual y la desunión familiar por problemas políticos e ideológicos Palabra Nueva considera que "el problema de la familia en Cuba va por otro camino y ojalá se tome pronta conciencia de ello".

En Cuba el aborto es legal y gratuito, sólo se precisa una aceptación escrita de la paciente por posibles consecuencias, y la autorización paterna, si es menor de edad. Las instituciones sanitarias llevan a cabo campañas para evitar que se use al aborto como medio anticonceptivo.

Las autoridades médicas denominan "regulación menstrual" cuando se hace una práctica por succión antes de las ocho semanas de embarazo, y legrado o interrupción del embarazo, cuando se emplean los métodos tradicionales, después de "Llamar regulación menstrual al legrado por aspiración es una trampa lingüística que además de ser una estafa ética apoya, inconscientemente, a muchachitas de 13 y 14 años que tienen prematuras relaciones sexuales", sostuvo Palabra Nueva.

En ese sentido, añadió que "para educar la sexualidad —otro contrasentido: se educa el amor— no deberá empezarse por donde hay que terminar: el condón".

"¿Sería muy anticuado aconsejar la castidad, la abstinencia? El condón no es de todos los males el mejor; no es siquiera un mal, sino una goma en blanco para el adulterio y la promiscuidad", subrayó la publicación.

Llamó a estimular la maternidad, y criticó que "cada día sea más fácil acceder al divorcio y menos probable hallar consejeros o terapeutas capaces de salvar la pareja".

Respecto a la desunión familiar, más de un millón de cubanos, de una población de 11,2 millones, viven en la emigración, adonde marcharon en diversas oleadas después de la llegada al poder de Fidel Castro.

"No habrá paz mientras se mantengan distantes hermanos o parientes por causas políticas o ideológicas", advirtió Palabra Nueva, y llamó a "trabajar sin descanso por la reunificación de las familias".

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