| Exiliados cubanos llegan a Panamá para asistir al juicio contra Posada Carriles |
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AFP/ Panamá. Una delegación de exiliados cubanos residentes en Miami llegó ayer miércoles a Panamá, para participar en el juicio que enfrentarán este jueves Luis Posada Carriles y otros tres detenidos por un presunto plan para asesinar a Fidel Castro hace dos años, informó un portavoz del Comité Pro Libertad de Detenidos Cubanos en Panamá.
El periodista cubano Nelson Rodríguez dijo que las esposas de Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez, así como familiares de Posada Carriles y Pedro Crispín Remón llegaron a Panamá "para respaldar a los cuatro compatriotas presos desde hace más de dos años".
Posada Carriles, Remón, Novo Sampoll y Jiménez están acusados de posesión ilegal de explosivos, tenencia de documentos falsos y asociación ilícita para delinquir, desde el 19 de noviembre de 2002, cuando fueron detenidos en Panamá tras una denuncia del propio gobernante cubano sobre la existencia de un complot para asesinarlo.
Asistirán al juicio los ex prisioneros políticos: Eusebio Peñalver, preso 28 años en Cuba; René Cruz y Sergio Díaz, veteranos de la invasión a Bahía de Cochinos en 1961, e Ignacio Castro Matos.
Además, estará presente en "solidaridad" con los cubanos enjuiciados, el ex comandante del ejército rebelde Jorge Güiro Borrego.
El panameño José Hurtado, en prisión, y los cubanos Raúl Rodríguez Amosagua, César Matamoros Chacón, Concepción Figueroa Rojas y Francisco Arrocha, todos en libertad, serán llevados también a juicio, informó el abogado de Posada Carriles, el ex procurador general Rogelio Cruz.
"No hay ninguna prueba contra Posada Carriles ni mis clientes, y todos van a salir en libertad", aseguró Cruz, quien acusó a Castro de tender una trampa al veterano opositor cubano para que fuera detenido en Panamá con el objetivo de "extraditarlo a Cuba" o para "mantenerlo en prisión".
Según Cruz, los explosivos fueron encontrados lejos de Posada Carriles "y nada lo vincula", mientras que la posesión de documentos falsos sólo se castiga si estos fueron utilizados para cometer un delito, lo que no ocurrió en este caso.
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