Perú: Equipos de escucha de la CIA fueron devueltos a embajada de EE UU |
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AFP/ Lima. Equipos de escucha telefónica de la CIA que presuntamente se usaban para espiar a las embajadas de Cuba, China y Rusia, fueron devueltos a la embajada de Estados Unidos en Lima por orden del ex jefe de los servicios secretos peruanos, Vladimiro Montesinos, según informó ayer el diario limeño Correo.
La devolución fue ordenada por Montesinos a un colaborador de confianza, el coronel del ejército Roberto Huamán Azcurra, tras el descalabro del régimen del destituido ex presidente Alberto Fujimori, a fines del año 2000, relató el propio Huamán a jueces anticorrupción, según precisa el rotativo.
El informe periodístico precisa que la CIA entregó dinero y aparatos de escucha telefónica a tres unidades del Servicio Nacional de Inteligencia (SIN) que dirigía Montesinos, ex brazo derecho de Fujimori.
Esas unidades, según el diario, fueron la Dirección de Inteligencia del Ejército (DIE), la Dirección de Contrainteligencia y la Dirección de Inteligencia del Narcotráfico (DININ).
La versión precisa que esos equipos eran utilizados para interceptar los teléfonos fijos y celulares de políticos, periodistas, embajadores y militares a pedido expreso del ex asesor y con conocimiento de Fujimori.
En un primer informe en la víspera, Correo atribuyó a Montesinos haber afirmado a magistrados que lo juzgan que desde 1995 permitió a la CIA espiar telefónicamente a las embajadas de Cuba, Rusia, China y de países árabes en Lima.
De acuerdo a los informes reservados que el diario afirma poseer, tres militares del ejército que eran del entorno de Huamán Azcurra, que se acogieron a una ley de colaboración eficaz, corroboraron que los equipos fueron devueltos a la sede diplomática estadounidense en Lima.
El periódico atribuye a uno de los tres militares, identificado como el mayor Jaime Tolentino, haber declarado a los jueces que se devolvieron a la legación norteamericana computadoras, impresoras, fax, radios y equipos de interceptación de origen israelí.
Otros equipos fueron destruidos en una instalación militar, en tanto que otros fueron llevados a una fundición en el distrito populoso de Villa El Salvador, donde Tolentino dice vigiló que se destruyeran.
El informe de prensa cita también al coronel Manuel Ortiz quien dijo a los magistrados que la CIA tenía un ambiente reservado en el SIN que contaba con una sala de trascripción, una sala de analistas y un campo con antenas.
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