Uruguay rompe relaciones |
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AFP/ Montevideo. El presidente uruguayo Jorge Batlle anunció este martes su decisión de romper relaciones con La Habana, en inmediata reacción al ataque de Fidel Castro, que llamó "ruin y miserable" al Gobierno del país sudamericano por promover una resolución sobre el régimen en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Castro calificó a Batlle de "trasnochado y abyecto Judas", por proponer en Ginebra una resolución aprobada por 23 votos, que reconocía el avance de los derechos sociales en la Isla y le pedía avanzar igualmente en los campos político y civil, a la vez que invitaba a La Habana a permitir que la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, colaborase en esas metas.
Batlle formuló su anuncio en una breve conferencia de prensa en el presidencial Edificio Libertad, sin admitir preguntas.
Aseguró que la ruptura diplomática sería "hasta tanto se advierta por parte de quien corresponda que lo que Uruguay quiere es que el pueblo cubano tenga más libertad".
El conflicto con Uruguay era el segundo frente que atendía el régimen de Castro, quien tras descalificar el lunes al jefe de Estado de México, Vicente Fox, puso a las relaciones bilaterales entre sus países en el peor momento de su historia.
Las fricciones con Montevideo comenzaron cuando Felipe Pérez Roque dijo a inicios de mes que el Gobierno uruguayo era "servil" y "genuflexo" a Washington por estar dispuesto a llevar la situación de la Isla a la Comisión de Derechos Humanos de ONU reunida en Ginebra.
Para el régimen castrista, la iniciativa pertenecía a Estados Unidos (que en 2002 no integró la Comisión), que buscaba de ese modo tener pretextos para mantener el embargo económico contra el régimen, y que buscó a un país sudamericano como intermediario después que la República Checa renunció a ese papel tras cumplirlo por tres años.
Después de las descalificaciones de Pérez Roque, el Gobierno de Uruguay llamó en consulta a su embajador en La Habana, Enrique Estrázulas, y, según Batlle, se limitó a "esperar la evolución de los acontecimientos".
"El tono de los agravios ha subido, por lo tanto la respuesta nuestra también es muy sencilla: no veo que sea necesario ni que tenga sentido continuar las relaciones diplomáticas con Cuba", sentenció el presidente uruguayo.
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