AFP/ Representantes de la disidencia interna expresaron este martes su preocupación por la creciente tensión en las relaciones entre La Habana y México y condenaron las declaraciones de Fidel Castro, que calificó de "traidor" y "mentiroso" al mandatario mexicano, Vicente Fox.

"Las declaraciones de Castro concitan la más profunda preocupación y el más claro y firme rechazo por parte de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM)", señala un comunicado de esa organización opositora, que opera en forma ilegal pero tolerada.

La MROM afirmó que las referencias injuriosas pronunciadas la víspera por Castro hacia el presidente Fox, "no reflejan finura y madurez política para afrontar las diferencias".

Castro difundió la grabación de una conversación telefónica privada que mantuvo con Fox, para demostrar que el presidente mexicano le intimó a abandonar la Cumbre para el Financiamiento del Desarrollo, celebrada en marzo pasado en Monterrey, un hecho que había sido negado por el gobernante de México.

El episodio dio un duro golpe a las centenarias relaciones de amistad entre La Habana y México, y puso al borde de la ruptura diplomática a ambas naciones.

"Para nosotros es importante que el autoaislamiento de la revolución cubana no signifique el aislamiento y la ruptura de relaciones con la República de Cuba", indicaron los dirigentes de la MROM en el comunicado.

Hicieron además un llamamiento "a la serenidad, una virtud que sólo se demuestra en circunstancias difíciles" y que "para los hombres de Estado es una exigencia frente a toda circunstancia".

Revelar una charla telefónica, grabada sin conocimiento de una las partes, que accedió al diálogo luego de precisar que era una "conversación privada", no hace más que "minar la confianza en la racionalidad de la clase política de nuestro país", añadieron los disidentes.

Por su parte, el dirigente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez Santa Cruz, deploró la situación creada entre ambos países y confió en que "este desencuentro no dañe las relaciones entre los dos pueblos".

Indicó que antes del discurso de Castro, esperaba que éste hubiera convocado a la prensa para "dar algún tipo de declaración o propuesta o iniciativa por parte del Gobierno, para mejorar la muy desfavorable situación de los derechos civiles, políticos y económicos que sufre la gran mayoría del pueblo de Cuba".

Sin embargo, "para mi sorpresa, resultó pues la publicación de una conversación completamente privada entre dos estadistas", que no hace aportes a la democratización del sistema político vigente en la Isla desde hace 43 años.

Señaló que Fox, a diferencia de Castro, "dirige una sociedad abierta" en la que los legisladores y otros ciudadanos "pueden pedirle cuentas" tras revelarse el contenido de su diálogo telefónico con el mandatario cubano, mientras que éste "dirige una sociedad cerrada" con un "gobierno totalitario".

"Los cubanos no podemos saber por qué el gobierno hace esto, no podemos pedir cuentas" a Castro sobre sus intenciones al provocar este incidente diplomático, añadió.

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