AFP/ México. México censuró este lunes la actitud de Fidel Castro, quien reveló una conversación privada que sostuvo con el mandatario mexicano Vicente Fox, y en una actitud inédita dijo que esa divulgación muestra la falta de democracia en la Isla, mientras los partidos de la oposición le reclamaron por colocar en riesgo las relaciones con La Habana.

En un comunicado, leído por el portavoz presidencial Rodolfo Elizondo, el Gobierno mexicano descartó una ruptura de relaciones, que había evocado Castro previamente en La Habana al revelar la conversación en la que Fox le solicitó limitar al mínimo su presencia en la Cumbre del Desarrollo celebrada en marzo pasado en Monterrey y no agredir a George W. Bush.

"El gobierno de México independientemente de anécdotas y episodios como éste continuará sus relaciones diplomáticas con la República de Cuba", dice el comunicado leído por Elizondo.

La actitud de La Habana "hace evidente que la democracia impera hoy en México" en donde los "los críticos del gobierno tienen acceso a los medios masivos de comunicación (...), hay partidos de oposición que discrepan de la postura del gobierno (...), hay separación de poderes y un Congreso independiente", indica el texto, antes de subrayar que "en Cuba hoy nada de esto es cierto. Los mexicanos lo lamentamos".

Poco antes en La Habana, Castro había dicho que estaba dispuesto a "renunciar de inmediato" si se le comprobaba que estas revelaciones eran falsas y dejó ver la posibilidad de una ruptura diplomática, al señalar que "por decir estas verdades, las relaciones diplomáticas se podrán romper, pero los vínculos fraternales e históricos entre los pueblos de México y Cuba, serán eternos".

Según la grabación divulgada por Castro, el presidente Fox le pidió limitar al jueves su estadía en la Cumbre para el Desarrollo en Monterrey y "no agredir a Estados Unidos o al presidente Bush".

El incidente de Monterrey tensó las centenarias relaciones entre México y la Isla, sacudidas a principios de marzo cuando un grupo de personas tomó por asalto la embajada mexicana en La Habana, reclamando emigrar, tras malinterpretar declaraciones del canciller mexicano Jorge Castañeda efectuadas en Miami.

Castro también recordó el voto de México en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, a favor de una resolución que pide al régimen mejorar la situación en este campo, rompiendo la postura tradicional del Gobierno mexicano, en una actitud que según el mandatario cubano fue influenciada por Estados Unidos.

Al respecto, Elizondo respondió que el "único gobierno que ejerció presión sobre México sobre la situación de los derechos humanos fue (el de) La Habana".

En la reacción mexicana se señala que "frente a la mentira y la ofensa externa, es momento de unidad de todos los mexicanos, por encima de ideologías e intereses partidistas".

Pero esta invitación fue recibida por las criticas de la oposición. Efrén Leyva Acevedo, ex gobernante del Partido Revolucionario Institucional, dijo que si bien espera que no se rompan la relaciones diplomáticas entre ambas naciones, el régimen cubano estaría en su derecho de "cerrar sus puertas por esta afrenta".

"Esperamos que no sea así por México, por los cubano,s por nuestra relación siempre latinoamericana", agregó Leyva.

Por su parte el diputado José Narro, del Partido del Trabajo, advirtió que la relación entre México y La Habana está en peligro por culpa del presidente Fox.

"Nos parece lamentable que el propio ejecutivo federal violente las formas protocolarias que se deben de guardar en eventos internacionales, como fue la Cumbre sobre la financiación para el desarrollo que se realizó en Monterrey", señaló.

Recientemente, un grupo de legisladores opositores visitó La Habana para realizar un acto de desagravio debido al voto de México sobre derechos humanos en la Isla y por el trato dado a Castro en la Cumbre de Monterrey.

En el marco de este clima de tensión in crescendo, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, incluso había llegado a referirse a la "dictadura de izquierda" en una clara alusión al régimen y afirmado que el voto en la ONU no fue contra La Habana sino en favor de los valores universales del hombre.

Imprimir Enviar