Hembra que deslumbra |
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por LáZARO MORELL, Madrid |
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Hoy les acercamos sendas letras de Joseíto Fernández que están entre las primeras versiones de lo que hoy conocemos como La guantanamera o Guajira guantanamera. Agradecemos al sello Cubanacán Récords haber editado un CD que contiene piezas inéditas de esos dos grandes que fueron Joseíto y Paulina Álvarez.
La primera de hoy se titula La mujer cubana y pertenece, simultáneamente, a dos categorías recurrentes en nuestra canción: la de exaltación patriótica y la de mujeres imposibles. Por lo menos eso parece ser lo que pretendió Joseíto. El problema comienza cuando la búsqueda de la rima y el afán laudatorio nos lo conducen por caminos inesperados. Ya en la introducción encontramos unos versos alarmantes: "En cualquier parte del mundo/ se dan mujeres bonitas,/ de belleza exquisita/ y con un cuerpo profundo". ¿Qué significa exactamente eso de "cuerpo profundo"? Porque lo primero que me viene a la mente mejor ni se los digo... Pero ahí no termina el asombro. Luego de constatar que la mujer cubana es un excelente medio de trasporte ("...y transporta a otros lugares/ con sus frases cariñosas..."), nos habla de su hipocresía y de su infidelidad latente ("...es un don, porque aun sin ganas/ se muestra fiel,...") para terminar con un paroxismo un poco desconcertante: "Lo vemos constantemente,/ cada cuerpo, cada prieta/ que de todo están completas,/ que se dan hembras ardientes,/ hembras de sangre caliente/ y de alma pura y sana,...".
La mujer cubana Joseíto Fernández
Guantanamera, guajira guantanamera. Guantanamera, guajira guantanamera.
En cualquier parte del mundo se dan mujeres bonitas, de belleza exquisita y con un cuerpo profundo. Pero yo mal no me pongo al compararlas con gana y con una frase sana bien les puedo asegurar que no hay quien pueda imitar a una divina cubana.
Una cubana es grandiosa, hace olvidar los pesares y transporta a otros lugares con sus frases cariñosas. Es halagüeña, es mimosa, es un don, porque aun sin ganas se muestra fiel, campechana y por eso al comparar no hay quien se pueda igualar a una divina cubana.
Lo vemos constantemente, cada cuerpo, cada prieta que de todo están completas, que se dan hembras ardientes, hembras de sangre caliente y de alma pura y sana, lindas, cual una manzana: no me canso de mirar ni hallo a quién comparar con una linda cubana.
Guantanamera, guajira guantanamera. Guantanamera, guajira guantanamera.
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