Lunes, 25 marzo 2002 Año III. Edición 329 IMAGENES PORTADA
Desde...
Manicaragua: la zafra que pudo ser

por HéCTOR PALACIOS RUIZ  

Cuando comenzó la zafra azucarera chica, a inicios de diciembre de 2001, comprendí que la grande sería afectada considerablemente. Con tan poca disponibilidad de caña y recursos, desaprovechar el mejor ciclo de rendimiento y maduración de la gramínea resultaría catastrófico.

Las noticias que recibí durante todo el mes de enero sobre esta actividad, vital para la menguada economía cubana, fueron pésimas.

Faltaban macheteros, las máquinas cortadoras no rendían a plenitud, escaseaban las piezas de repuesto y otros varios elementos para la eficiencia de la mecanización. Los beneficios industriales eran insuficientes, la estabilidad de la molida, de los centrales azucareros, estaba muy por debajo de lo mínimo permisible.

En febrero, las noticias fueron idénticas, quizá con el agravante de que las acuñó el ministro del ramo, General de División Ulices Rosales del Toro. La disciplina azucarera disminuía más aún por una acentuada falta de petróleo, algo vital para una zafra eficiente (tanto para la molida como para labores agrícolas indispensables: corte mecanizado, transporte por vehículos motorizados, por ferrocarril, etcétera).

Decidí dar un recorrido desde Ciudad de La Habana hasta Villa Clara, mi provincia natal y una gran azucarera en el pasado. A las 7 de la mañana tomé el omnibus en la terminal capitalina; me senté junto a la ventanilla, para captar cada detalle.

A través de las provincias Habana, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, añoraba encontrar, al menos, un ambiente de zafra. Con carretas, camiones y trenes, acarreando la caña que debía molerse. Soñaba, como buen azucarero, con aspirar el aire lleno de olor a melaza, mieles y guarapo, típico en estos meses de molida, y aun topar con algunos vendedores de raspadura, exquisita tableta de azúcar producida por expertos artesanos.

A medida que se consumían los más de 300 kilómetros que separaban la capital de mi destino, mis recuerdos no lograban revivir. Solamente se podía ver, muy de tiempo en tiempo, algún camión que llevaba más impurezas a la fábrica de azúcar de caña. También se divisaban grandes extensiones de terrenos sembrados de la dulce gramínea, pero sin cultivar, llenos de malezas o marabú, y muchas áreas que habían sido pasto de las llamas (se busca con ello hacer más productivo el corte).

Pero es un crimen quemar la caña. Al hacerlo sólo se logra que en la próxima cosecha se alcancen rendimientos agrícolas menores y se acorte el ciclo de vida de los cañaverales, que debe ser de al menos doce años: en Cuba apenas dura tres, aumentando con ello el coste de la cosecha en más de un 30% y deprimiendo los suelos, que pierden vitalidad.

Vi muchos centrales en zafra parados por falta de caña, rotos o sin combustible. Otros casi desmantelados, porque no se repararon para moler en esta contienda —más de un 30% a nivel nacional— por carecer de materias primas y por la afectación que causara el último ciclón que golpeó la zona. Así, buscando en qué lugar podría haber un buena zafra, llegué hasta Santa Clara, en el centro del país. En la otra mitad de Cuba que me faltaba recorrer, las cosas seguían iguales.

Hice un intento más, en busca de los dulces sueños. Un día después fui hasta Manicaragua, otra zona cañera. Allí solamente había recuerdos. Las tierras dedicadas a la caña, ahora llenas de zarzas y espinas, se asignaron a la crianza de ganado, pero sin pastos frescos; muy rara vez se observaba una desnutrida res.

Desde Manicaragua garabateo estas notas, con la convicción de que esta zafra también alcanzará el volumen de las que se hacían hace 80 años, cuando no sobrepasábamos los 3 millones de habitantes. Hoy somos casi 12.


Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Manhattan: Un brindis irlandés en Kilmegan's
EMILIO ICHIKAWA MORIN
Villa Clara: el aparato a la jaula
ISABEL REY
El pop-castrismo
EMILIO ICHIKAWA MORIN, Nueva York
Detrás de la fachada
IGNACIO RUPéREZ, Madrid
La Habana: Tumbar la mula
MANUEL VáZQUEZ PORTAL
En Nueva York, tras las huellas de José Martí
VICENTE ECHERRI
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Niño
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Visas
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.