Lo peor de los dos |
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El Gobierno reconoce oficialmente lo que ya sabía todo el mundo: en Cuba circula la droga. |
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por ADOLFO FERNáNDEZ SAíNZ, La Habana |
Parte 2 / 2 |
El Gobierno pinta al país como el mejor preparado del mundo para enfrentar esta clase de problemas. Pero en la Isla hay, lamentablemente, un caldo de cultivo favorable: crisis económica profunda, prostitución, corrupción, marginalidad abundante, mercado negro... Hay una capa marginal que no reconoce valores. No conoció los de antes y los de ahora no le convencen.
"El problema pudiera tender a incrementarse si no se combate", dice el comunicado oficial. Pero la prostitución, el robo y la corrupción han aumentado de manera galopante. ¿Es acaso que no se les combate?
Lo realmente asombroso de esta irrupción de la droga en nuestro medio es que, siendo Cuba un país tan pobre, en cuanto ha surgido una minoritaria capa de privilegiados —muy asociados al régimen, aunque sea hipócritamente— ha aparecido también un mercado para estos vicios. El problema es mucho más grave de lo que se admite, porque tiene que ver con la moral de ciudadanos formados en una atmósfera supuestamente limpia.
Para explicar esta nueva modalidad delincuente que ha regresado a la Isla, la única causa que menciona el Gobierno en su editorial del oficialista diario Granma son los recalos (bultos de drogas que llegan a la orilla sin ser detectados por las autoridades o por civiles conscientes) asociados "a elementos inescrupulosos". Señores marxistas, ¿dónde están los análisis profundos que ustedes suelen hacer cuando se trata de los problemas de otros? ¿Dónde está el análisis de la sociedad cubana enferma?
Las autoridades atacan los resultados visibles, pero las causas quedan intactas: aumentar la represión y el adoctrinamiento —leyes más estrictas, más policías, mejores salarios para las fuerzas del orden— no da respuesta a la terrible situación que atraviesa la familia criolla. Cuando terminen de llevar a prisión al último traficante —y lo mismo vale para las prostitutas y proxenetas— las circunstancias de desamparo con que se vive en Cuba seguirán pariendo más lacras.
La conclusión es que se está ante una combinación de lo peor de dos sistemas: regresaron el desempleo, la prostitución, la droga, la mendicidad, la corrupción, el raterismo, males que estarían asociados al capitalismo salvaje; pero no hay la abundancia de bienes de la economía de mercado. Se han perdido "las conquistas" del socialismo, pero persisten la represión de los opositores políticos y la falta de libertad.
El editorial publicado en la prensa oficialista hace unos días reza: "El tráfico y consumo ilícito de drogas fue erradicado por el triunfo de la Revolución como resultado de las profundas transformaciones políticas, económicas y sociales...". Ahora que la droga regresó, ¿qué fue de todo eso?
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