| Estadísticas y malformaciones |
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| Las deficiencias psíquico-físicas entre la población infantil de la Isla pudieran ir en aumento. |
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| por HéCTOR MASEDA, La Habana |
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Declaraciones del Ministerio de Salud Pública cubano (MINSAP) aseveran, aunque no lo demuestran, que la prevalencia anual de deficiencias psíquico-físicas en sus variadas manifestaciones en la Isla, entre los neonatos y la población infantil, se mantiene dentro de los límites históricos, y en algunos casos ha disminuido. Algo que sólo confirma su incremento —señalan especialistas— si se tiene en cuenta que dos décadas atrás no se realizaban en el país exámenes prenatales que permitieran detectar a tiempo cualquier anomalía incompatible con la vida del feto, y decidir la interrupción del embarazo antes de que éste concluyera.
Actualmente, en los centros de atención a las embarazadas se realizan varias pruebas antes del nacimiento del nuevo ser, tales como la del Factor Alfa-Feto-Proteina y el Ultrasonido Genético de Peritaje y la TSH (Prueba de Tiroides). Sobre el particular comenta el Dr. Jorge M., especialista de primer grado en Neonatología, con quince años de experiencia:
"Con la Alfa-Feto-Proteina se determinan las malformaciones congénitas en el feto por falta de algunos aminoácidos, cuya ausencia provoca retardo mental. El Ultrasonido Genético de Peritaje brinda la posibilidad de observar malformaciones, anomalías o ausencias de órganos en el embrión, y la TSH detecta la presencia o no de una hormona (la tiroxina) que interviene en el crecimiento y el metabolismo. El resultado negativo en cualquiera de estos exámenes implica, con la autorización de la futura mamá, la interrupción del embarazo, siempre que la ausencia o anomalía detectadas sean incompatibles con la vida".
"Además —concluyó el galeno—, en los primeros quince días del recién nacido se le efectúa la prueba Penilcetonuria, útil para medir la ausencia o alteración de aminoácidos que conforman el Sistema Nervioso Central. Como se podrá comprender, las interrupciones de embarazos que se derivan de los resultados en los tres primeros pesquisajes, reducen apreciablemente el nacimiento indeseado de niños con disfunciones físico-mentales. De este modo, es indiscutible que se reduce el número de nacimientos de niños con malformaciones o limitaciones psíquicas, aunque no sean eliminadas las causas que las producen. También es evidente que disminuye el número total de nacimientos anuales en el país".
Este comunicador intentó, en vano, obtener las estadísticas oficiales de los embarazos interrumpidos anualmente en la Isla por estas causas, así como el total de niños que en diferentes edades presentan anormalidades psíquicas o físico-motoras. Sobre el tema abunda el pediatra Francisco P., quien hace ocho años labora como especialista en un hospital materno-infantil de esta ciudad:
"A los médicos las delegaciones municipales del MINSAP nos piden informes periódicamente sobre estos y otros casos que atendemos en los hospitales, pero pocas veces nos dicen para qué los necesitan. Tampoco ofrecen el resultado de sus controles. Pienso que las cifras de deficiencias psíquico-físicas en la población infantil se mantienen y en muchos casos aumentan, a pesar de las pruebas prenatales y las interrupciones de embarazo. Esto se debe a varios factores de riesgo que posibilitan la ocurrencia de las mencionadas anomalías. En primer lugar, tenemos la mala nutrición en la etapa gestante de las madres, niños y jóvenes. En segundo lugar, el embarazo precoz en muchachas no preparadas para ello y, por ultimo, problemas serios de disfunción presentes en la familia cubana".
Es bueno recordar que en Cuba existe, desde hace años, un programa de enseñanza especializada para los niños y jóvenes que presentan anomalías en su conducta y en su desarrollo psíquico-físico.
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