Lunes, 22 julio 2002 Año III. Edición 414 IMAGENES PORTADA
Sociedad
Nada volvió a ser como antes

El 6 de julio de 1763 la Armada Inglesa abandonaba La Habana luego de once meses de ocupación.
por DIMAS CASTELLANOS, La Habana  
Edward Vernon
En 1641 Edward Vernon intentó ocupar
Santiago de Cuba, ensayo de la posterior
Toma de La Habana

El 6 de julio de 1763, hace 239 años, la Armada Inglesa abandonaba La Habana después de once meses de ocupación. La razones del histórico acontecimiento tienen su origen en la decisión británica de controlar el comercio americano. La Habana, Santiago de Cuba y Cartagena de Indias eran las tres posiciones básicas para ese control. La Habana, como centro marinero y militar de defensa y comunicaciones del imperio español, constituía la posición más codiciada para los intereses sajones: sin ella el dominio naval del Caribe resultaba incompleto.

Edward Vernon ejecutó la primera parte de ese plan. En 1739, durante la guerra con España, ocupó la ciudad de Portobelo e intentó un ataque a Cartagena, y en 1641 trató de hacer lo mismo en Santiago de Cuba. Al no poder forzar la entrada del puerto, desembarcó por Guantánamo, sitió la ciudad y tuvo que retirarse derrotado. Fue como un ensayo de la posterior toma de La Habana, con un desembarco similar, también al este de la ciudad.

La presencia inglesa se produjo en momentos de fuertes tensiones entre la metrópoli y la oligarquía criolla. En febrero de 1761, tomaba posesión como capitán general de la Isla el mariscal Juan de Prado Portocarrero; tenía órdenes expresas de poner coto al creciente poder de los oligarcas habaneros. Liquidó la Compañía de Comercio y restableció las prácticas económicas que afectaban a los criollos.

En junio de 1762, a sólo tres meses de esos cambios, hicieron acto de presencia en La Habana las velas de la Armada Británica, en el contexto de la Guerra de los Siete Años, en la que España y Francia se enfrentaban a Inglaterra. La batalla por la ciudad constituyó la mayor movilización militar y naval que conociera la historia americana hasta el siglo XIX: 53 buques de guerra, más de 200 transportes y unos 20.000 hombres —más del 50% de las fuerzas navales inglesas en el Caribe—, contra 14 buques anclados, las fortalezas del sistema defensivo y unos 9.000 efectivos, incluyendo milicianos del vecindario. España perdió más del 20% de su ejército.

Entre el 12 de agosto de 1762, fecha en que se firmó la capitulación, y el 6 de julio de 1763, día de retirada de los ingleses —que recibieron a cambio La Florida—, transcurrió un período de tiempo "suficientemente" breve para influir en la historia posterior de la Isla. Según cálculos, en esos 11 meses unos 900 buques visitaron el Puerto de La Habana.

Tras la retirada inglesa, se impulsó una nueva política económica de la oligarquía y de la propia metrópoli. A pesar de los esfuerzos metropolitanos, nada volvió a ser como antes. La ocupación sustituyó al gobierno central, suprimió la Real Compañía de Comercio y la Real Factoría de Tabacos, a la vez que mantuvo la organización política. Así, la oligarquía quedó sujeta a un nuevo poder colonial con capacidad de comercio y transporte superior al poder peninsular. El concepto de plantación contó con todas las condiciones para su desarrollo vertiginoso; se eliminaron los monopolios y se le reintegró a la oligarquía criolla sus perdidos privilegios municipales.

La capacidad de producción instalada, el capital acumulado para la compra de esclavos, unidos ahora a la libertad de comercio —asegura el historiador Moreno Fraginals—, aceleraron la tendencia plantacionista. Como casi todos los hechos históricos en los que actúan intereses diferentes, paralelo a la "época feliz" de los productores, se aceleró la "época trágica" para negros y mulatos, libres y esclavos. El comercio de seres humanos, necesidad fundamental de la oligarquía habanera, comenzó a realizarse directamente y más económicamente con los negreros ingleses. Se dice que en el momento en que se firmaba la rendición, ya se esperaba en la bahía habanera el primer barco cargado de herramientas parlantes.

Mientras duró la ocupación, Santiago de Cuba pasó a ser el centro de la Capitanía General y el gobernador oriental Lorenzo de Madariaga ejerció las funciones de gobernador de la Isla hasta que se produjo el canje de La Florida por La Habana. Los alimentos para la escuadra española, estacionada en el puerto santiaguero, los suministraban corsarios desde las colonias francesas del Caribe. Al igual que en La Habana, una vez restablecido el dominio español, los intentos de restituir los viejos controles monopólicos fueron insuficientes para contener el flujo comercial entre Santiago de Cuba y el Caribe. Los hacendados bayameses y santiagueros criaban ganado para los productores de café, añil, algodón, etc., de Santo Domingo, disminuyendo el control que otrora tuviera la capital del departamento oriental.

La inmediatez en la introducción de adelantos tecnológicos, las sublevaciones de esclavos, las guerras de independencia, el problema del negro y el proceso inconcluso de la conformación de la nación, son algunos elementos de la historia de Cuba estrechamente relacionados con el 6 de julio de 1763, día en que los ingleses se retiraron de La Habana.


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