Viernes, 21 diciembre 2001 Año II. Edición 262 IMAGENES PORTADA
Sociedad
El hermanísimo (II)

Empeñado en ser el poder detrás del trono, Raúl Castro prepara la sucesión ocupando con hombres de su clan los puestos claves del Gobierno.
por LUIS MANUEL GARCíA Parte 1 / 2

Comunista de antiguo pedigrí, general sin batallas, líder de segunda, rencoroso, calculador y más taimado que inteligente, Raúl Castro carece de cualidades para ejercer un verdadero liderazgo, pero más que suficientes para, apoyado sobre una nomenclatura temerosa de perder sus privilegios —y más aún, de que se les pidan cuentas—, mantenerse en el poder durante el período de gracia que le conceda su maltratada anatomía. Más aún si sabemos que, en caso de necesidad, no dudaría en apelar a soluciones drásticas.

Pero, ¿realmente sustituirá a Fidel, como asegura la línea sucesoria?

La pregunta tiene una doble respuesta: la física y la política. La primera depende de los misterios de la fisiología y resulta difícil de responder. Se sabe que Raúl Castro, a sus 70 abriles, no es un chiquillo, que su salud ha sufrido quebrantos, a lo que ha colaborado (dícese) su afición a los alcoholes de alto octanaje. Por su parte, del hermano mayor se asegura que padece cáncer intestinal, una dolencia cardiaca y que ha sufrido un par de isquemias cerebrales, más una colección de estragos menores; aunque dado el secretismo, la frontera entre el dato y la conjetura es neblinosa. De cualquier modo, lo cierto es que la reacción de su corte cuando sufrió un apagón en el Cotorro, y las reiteradas referencias de Raúl a la sucesión, permiten suponer que se trata de una muerte anunciada, aunque no necesariamente inmediata. Una opción semisucesoria, sería el agravamiento de su ya obvia pérdida de facultades —lapsus, extravío del hilo en los discursos, dificultades del habla— hasta convertirlo en una suerte de icono, que la nomenklatura se encargará de sacar en procesión mientras dure.

La respuesta política es sencilla: no lo sustituirá. Ocupará, presuntamente, su sitio.

En cualquier caso, Raúl Castro sí viene preparando la sucesión desde hace mucho tiempo, incluso antes de que fuera previsible. Desde fines de los setenta y principios de los ochenta, hombres del entorno de Raúl Castro han ido ocupando posiciones que consoliden una plataforma de fieles para el ejercicio del poder: aquel Humberto Pérez de la Junta Central de Planificación, extirpado por "tecnócrata" en 1985; Carlos Aldana, omnipotente capo del DOR, caído en desgracia por dedicarse a ejercer por cuenta propia. La retirada de Ramiro Valdés, su eterno rival y creador de la élite represiva, el Ministerio del Interior, allanó el camino al hermanísimo, que vio consumado su triunfo tras los sonados casos de 1989 relacionados con el tráfico de drogas. Empezando por Abrahantes, el ministro encarcelado y muerto en prisión en misteriosas circunstancias, el MININT fue "saneado", y sus mandos sustituidos por hombres de Raúl hasta convertirlo, en la práctica, en un departamento de las FAR. Aberlado Colomé Ibarra, el actual ministro, responde directamente a Raúl. Por primera vez en treinta años, el hermanísimo tenía bajo su control hasta la ultima pistola del país.

Pero el "clan Raúl" no se limita a las instituciones armadas. Sólo seis dirigentes cubanos integran los tres círculos exclusivos del poder: el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y el Buró Político. De ellos, cuatro pertenecen al clan: Raúl, Aberlado Colomé Ibarra, Marcos Portal y Julio Casas Regueiro. Los otros son el propio Fidel y Carlos Lage. Veinte oficiales de las fuerzas armadas son delegados a la Asamblea del Poder Popular, cuya actual función ornamental no la exime de tener mañana cierta importancia, sobre todo de cara a la legitimación exterior del nuevo Gobierno.

Marcos Portal, ingeniero químico, y esposo de Tania Fraga Castro, sobrina de Fidel y Raúl, es el ministro de la Industria Básica (MINBAS) desde 1983, miembro del Buró Político desde 1997, y del Consejo de Estado desde 1998. Un ministerio que ha acaparado recientemente la producción farmacéutica. Formados por Marcos Portal en su ministerio, son los actuales ministros de pesca, Alfredo López Valdés, y de Comercio Exterior, René de la Nuez. A ellos se suma el cuñado de Portal, José Antonio Fraga Castro, al mando del Grupo Empresarial de Laboratorios Farmacéuticos (LABIOFAM). Al "clan" pertenecen también el ministro de Economía, José Luis Rodríguez, el presidente del Banco Central, Francisco Soberón, y el ministro de Salud Pública, Carlos Dotres, quien lleva la "diplomacia de los médicos", que ejercen sus funciones en numerosos países del Tercer Mundo. En total, según algunos expertos citados por El Nuevo Herald, existen hombres de Raúl ocupando altos puestos directivos, en la mayoría de los 27 ministerios y 4 institutos que componen la Administración Central del Estado.

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