| ¡Qué fax... tidio! |
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| Las telecomunicaciones en Cuba: una utopía para el hombre de a pie. |
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| por HéCTOR MASEDA |
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Utilizar el servicio de fax que ofrecen las autoridades cubanas para la rápida transmisión de documentos privados, constituye, en la práctica, una utopía para las economías familiares.
La tragedia sufrida por Luis Pérez así lo demuestra. Ocurrió cuando se dirigía recientemente al hotel Habana Libre Tryp con cinco dólares en el bolsillo, resultado de sus ahorros en los últimos cuatro meses de trabajo. Su intención: enviar documentos personales a España por fax. En total nueve cuartillas y cuatro fotografías.
La empleada le aclaró que transmitir una página por esa vía demora entre 45 y 50 segundos. Fotos y gráficos demoran más tiempo. Por lo tanto debería disponer de unos 45 dólares para enviarlos. Le dijo, además, que si esperaba respuesta por el mismo canal, debería desembolsar un dólar por cada hoja recibida.
Pérez cuenta que aquella noticia fue para él como recibir un macetazo en pleno rostro. En sus cavilaciones llegó a la conclusión que la remisión le costaría alrededor de 50 dólares, 1 100 pesos, en moneda nacional. El ahorro que podría hacer en cuatro años de trabajo ya que su salario mensual es de 200 pesos.
Debería privarse de todo gasto "innecesario", como ir al cine o comer pizzas, pasear con su novia o llevar a su pequeño de dos años un domingo al Zoo y comprarle alguna golosina. Ni hablar del proyectado matrimonio con su prometida.
Luis Pérez hizo un último esfuerzo. Le preguntó a la oficinista si existían tarifas más económicas a determinadas horas del día o de la noche. La joven ensayó una sonrisa y le señaló con el dedo la lista de precios de ese servicio.
EE. UU. y Canadá, 2.70 USD por minuto de transmisión; área del Caribe, 3.70 USD; América del Sur, 4.70 USD; Alemania, España, Francia e Italia, 5.50 USD. Para el resto del mundo 6.40 USD.
Si llevamos esas cifras a su equivalente en moneda nacional, tendremos precios desde 59,40 hasta 140,80 pesos cubanos por minuto de transmisión, sin contar que deben abonarse 22 pesos por página recibida.
Ese día Luis Pérez conoció que el servicio de fax para el ámbito nacional también se las trae: desde La Habana hasta la Isla de Pinos y las provincias Pinar del Río y Matanzas, cuesta un dólar el minuto; Villa Clara y Cienfuegos, 1.50; Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, 2.30. A las provincias orientales cuesta 2.75 dólares el minuto. En moneda nacional estos precios se sitúan entre los 22 y los 60,50 pesos.
Sin saber qué hacer, Pérez salió decepcionado. Visitó varios hoteles, casi todos los telecentros y el Centro de Prensa Internacional (CPI) radicados en la ciudad, lugares que ofrecen esas prestaciones.
Las tarifas hoteleras eran las mismas. El CPI y los telecentros exigen precios ligeramente inferiores (unos 0.15 USD menos). En su andar se enteró que este beneficio técnico, rápido y seguro existe las 24 horas del día desde hace nueve o diez años a lo largo y ancho del país.
A este servicio sólo puede acceder un 10% de la población. Mientras el salario promedio mensual no supere el equivalente a 11 dólares será imposible que la mayoría pueda hacer uso de él. Obviamente éste es un negocio de las autoridades dirigido a visitantes y residentes extranjeros. Para los nacionales es pura exposición de vitrina.
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