Viernes, 24 enero 2003 Año IV. Edición 541 IMAGENES PORTADA
Opinión
¿Dónde está el poder?

Han sido elegidos los diputados a la Asamblea Nacional y a las Asambleas Provinciales del Poder Popular en Cuba... ¿Y qué?
por ADOLFO FERNáNDEZ SAíNZ, La Habana Parte 1 / 2
Colegio electoral
La Habana. Colegio electoral

En las elecciones cubanas los candidatos a puestos elegibles por el voto popular no tienen derecho a desplegar una campaña política. De hecho, en la Isla las campañas electorales están prohibidas.

El mecanismo de propaganda castrista pinta las campañas políticas como algo sumamente negativo, reminiscencia de un pasado tenebroso, cuando los políticos —siempre corruptos— prometían escuelas y caminos para obtener los votos y después incumplían sus promesas electorales.

Ahora, el pueblo sólo elige directamente a su representante inmediato, el delegado de circunscripción. Entonces, si el candidato a delegado de circunscripción tiene prohibido realizar campaña política, de salir electo no tendrá que cumplir promesas electorales, porque no habrá hecho ninguna.

Pero un candidato electoral que no tenga una campaña política, por definición no tiene un plan de futuro que ofrecer a sus electores. No propone una plataforma en base a la cual votarán o dejarán de votar por él o por ella.

Digamos que en una comunidad hay un grave problema de alcoholismo o un gran bache en la carretera: el candidato a delegado no puede prometer nada al respecto; no puede comprometerse con sus electores a solucionar esos problemas.

En otras palabras, una vez electo(a) no va a "fajarse" en el llamado Parlamento (Asamblea Nacional del Poder Popular) para que le asignen un presupuesto con que combatir el alcoholismo y reparar los baches.

Si el candidato no puede exponer una plataforma política y si una vez electo no dispone de un presupuesto, ¿en qué se basan los electores para votar por él (o ella)? El candidato debe tener una larga hoja de méritos o proezas laborales, militares, deportivas, y una intensa vida de trabajo al servicio del Gobierno. La biografía del candidato y su foto se colocan en un lugar público, con las biografías y fotos de los demás candidatos a delegado de circunscripción, quienes tampoco pueden hacer campaña política. Así de aburrido.

Luego, el candidato que resulte electo sólo podrá cumplir las órdenes de los que están encima de él (o ella) en el Gobierno, que sí tienen un presupuesto (aunque nadie conoce su monto real) y una plataforma política, que es la del Partido Comunista de Cuba. Entonces el delegado recién electo, el representante del pueblo, se convierte en una pieza, una polea de transmisión de los mecanismos instaurados por el Gobierno Central (a quien el pueblo no eligió directamente).

Ergo, el delegado electo no tiene poder. Es un simple empleado, un funcionario que ejecutará órdenes emanadas de donde han emanado siempre, desde antes de la existencia del Poder Popular hace 27 años.

Ello quiere decir que elecciones como las de este domingo son un ejercicio de absoluta pérdida de tiempo, una reafirmación del actual sistema y un apoyo al Gobierno castrista. Nunca ofrecen la posibilidad de que se formulen nuevas políticas y menos aún de cambiar el régimen por la vía pacífica y civilizada de las urnas.

Salto a cont. Siguiente: ¿Por qué... »
1   Inicio
2   ¿Por qué...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

La cultura del poder
DENNYS MATOS, Madrid
El momento y su respuesta
ARTURO LOPEZ LEVY, Nueva York
Las penas que no lo matan
CéSAR MENéNDEZ PRYCE, Madrid
Para el día después
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Entre Martí y Darío: Más allá de las guillotinas
ARTURO LOPEZ LEVY, Nueva York
Todos unidos: todos
CéSAR MENéNDEZ PRYCE, Madrid
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Mini
EDICIONES
» Actual
« Anterior
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Voto
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.