La insularidad acechante |
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Intelectuales, turistas, hombres de negocios, amantes, poetas... casi todo el mundo ha pretendido establecer la omnipresencia de lo cubano. |
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por EMILIO ICHIKAWA MORIN, Nueva York |
Parte 2 / 2 |
Si el oído español está cansado De tanta nota falsa; Si se doblan las piernas al esfuerzo De levantar a España, quiero volver a comenzar de nuevo bajo el sol de La Habana (13)
Cuba, contrariamente a lo que cualquier ciudadano común de la Isla suele pensar hoy, se convierte en una alternativa al ya maltrecho mito del destino español. Así, alcanza a decir otro poeta:
Si me hiere la luz Y me sonroja La falta de honradez que anega a España, Quiero encontrar el amanecer puro De la azúcar cubana (15)
No es la cursilería el elemento que más debe llamar la atención en esta estrofa; la cursilería es un ingrediente esencial del "arte político". Aquí lo que importa es la transferencia, el curioso a-patriotismo de una fuerza política que está pretendiendo radicalmente la salvación de lo español.
Está también presente la fascinación por Fidel Castro, líder de esa revolución. Este deslumbramiento, por cierto, era algo que en la vieja escala de moralidad política del este comunista se rechazaba bajo los términos cuasi condenatorios de "culto a la personalidad". En un poema titulado Mensaje a Fidel Castro, se dice:
Fidel... El nombre que hoy asoma a la sonrisa alegre de los niños, cuando escuchan tu voz que les ofrece la libertad que nace de la mirada abierta, de la cultura, de la palabra amor, del abrazo de todos los hermanos, de tu paso en la tierra, Fidel Castro (26)
Un tercer tópico refiere el tan conocido estereotipo del enfrentamiento a los norteamericanos. Se trata en este caso de una de las operaciones más impresionantes de marketing político: Fidel Castro es con mucha ventaja la figura más proyanqui de la historia política cubana. Su discurso explícito desafía los poderes del norte, es cierto, pero su diplomacia secreta le sirve con mucha diligencia.
Esta estrofa es significativa:
Con las barbas de Fidel tienes que hacer una escoba para barrer a los yanquis de la América española (78)
Por último, vale la pena destacar el ambiente belicoso que envuelve a todos estos poemas. La militarización de la sociedad cubana emergida de la revolución de 1959 tuvo también muchos entusiastas, como revela la siguiente estrofa:
Yo te envío, Fidel, Este poema Para tu pueblo Y sus uñas. Este poema De afilada punta, En forma de fusil, De bayoneta o furia (81)
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