Viernes, 04 enero 2002 Año III. Edición 273 IMAGENES PORTADA
Opinión
Lourdes o la ind-esencia de la revolución 'cubana'

Del ocaso de un líder y de la degeneración de un proceso más retórico que legítimo.
por CARLOS M. ESTEFANíA Parte 1 / 3

La decisión rusa de cerrar su base de monitoreo electrónico en Lourdes, Cuba, a partir de enero del año 2002, así como la respuesta de La Habana, puso sobre el tapete, una vez más, la necesidad de revalorizar la esencia de lo que se ha dado en llamar "Revolución Cubana". Ahora, como nunca antes, se desligan públicamente la autenticidad de la revuelta popular contra Batista, la conciencia nacionalista del pueblo cubano (tan manipulada por los medios de comunicación de la Isla) y el atolladero exótico y totalitario en el que terminó la etapa de restauración democrática de la revolución.

La justificación del desmantelamiento dado por la superpotencia euro oriental —cambio de la situación político-militar en el mundo y el ahorro de los medios financieros para el ejército y la flota— fue respondida por el Gobierno cubano con una declaración el 17 octubre, en la que se escaparon datos bien interesantes, por ejemplo: que la base radioelectrónica había sido creada en 1964, a sólo dos años de la "Crisis de octubre". Por el Centro, la URSS no abonó nada hasta su desintegración.

Al parecer, en sus contactos musulmanes, Castro no aprendió el proverbio árabe: "Si me engañas una vez la culpa es tuya, si lo haces dos veces la culpa es mía". Hoy la prensa oficial reconoce que Castro ha sido burlado más de una vez por los rusos. Y es que en realidad el "Comandante" está condenado a tener bases extranjeras en su tierra, o coquetear con las tensiones internacionales. Eso es lo que da asiento al estado de sitio permanente con el que justifica su dictadura. Ya no se trata de apostar por el "marxismo-leninismo" versus capitalismo, sino por las geopolíticas encontradas de las potencias. Pero hubo un olvido: el de que las democracias de inspiración occidental rara vez pelean entre sí, y por el momento Rusia y EE UU parecen compartir ese mismo sistema de gobierno.

Cuando Rusia retiró su contingente militar de Cuba, a raíz de la derrota de aquel golpe antigorbachov que tan bien cayó en la Habana, Castro la emprendió contra aquel país. De todos modos, los rusos mostraron su interés en mantener el Centro Radioelectrónico de Lourdes, como elemento importante para su seguridad estratégica. El Gobierno cubano accedió, muy discretamente, a la permanencia de dicho centro, pisoteando así su propia retórica de "patriotismo socialista", pues ya no había coartada "internacionalista" para mantener otra base extranjera, amen de la tan denostada Base de Guantánamo. Castró llegó a un acuerdo con su gigantesco cliente por el cual se pagaría a Cuba en productos rusos o en divisas. La retribución por los servicios a la potencia extranjera ascendió a 90 millones en 1992 y 160 millones entre los años 93, 94 y 95, alcanzando entre 1996 y 2000 los 200 millones. En adición a esto, La Habana se beneficiaba con parte de la información adquirida. ¿Qué haría con esa información? Es algo que a los rusos debió preocupar desde el inicio de la nueva convivencia. La duda debe haberse fortalecido después de los actos terroristas contra los Estados Unidos, el 11 de septiembre. Por supuesto, Putin quizo lavarse las manos lo antes posible. No sabemos si lo logrará su antiguo socio, sobretodo después que la revista Insight afirma que Mohammed Atta, uno de los miembros de la red Al Qaeda que organizó los ataques contra las torres gemelas del World Trade Center, pudiera haberse entrevistado secretamente con agentes encubiertos cubanos poco después de su llegada a EE UU (Martin Arostegui, Fidel May Be Part of Terror Campaign Noviembre 9, 2001, http://www.insightmag.com/).

De cualquier modo, para Rusia está clara la necesidad de llegar a un pacto antiterrorista con EE UU, ella necesita hacer y deshacer dentro de sus fronteras, especialmente en Chechenia, no seguirse enemistando con Norteamérica, quien de pronto se enfrenta declaradamente a un enemigo común, el fundamentalismo musulmán. Ello explica que no se hablara sobre la retirada del Centro durante la visita de Vladimir Putin a Cuba, en el mes de diciembre del año 2000, y que de pronto el presidente ruso se presentará con una buena noticia (mala para Castro) a la reunión con Bush, el 19 de octubre en el Foro de Cooperación Asia-Pacífico, en Shanghai: la del cierre de las bases rusas de Lourdes, en Cuba, y de Cam Ranh en Vietnam.

Salto a cont. Siguiente: La respuesta... »
1   Inicio
2   La respuesta...
3   Por supuesto...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Votos por el cambio
JORGE OLIVERA CASTILLO
Muerte recurrente en el Estrecho de la Florida
ADOLFO FERNáNDEZ SAíNZ
Neoliberalismo, esa papa caliente
ARMANDO AñEL
La derecha castrista
EMILIO ICHIKAWA MORIN
Empezar por casa
MANUEL VáZQUEZ PORTAL
Sufre con lo que yo gozo
ARMANDO AñEL
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Tribuna
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.