El ex embajador de Cuba en la ONU, ex viceministro de Relaciones Exteriores, ex Jefe de Despacho de la Oficina de Raúl Castro y ex miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Alcibiades Hidalgo, arribó el pasado jueves a las costas de La Florida luego de que la balsa que lo transportaba se hundiera en las inmediaciones de las islas Marquesas. Hidalgo solicitó asilo político en Estados Unidos.

Hasta la fecha, se trata de el desertor que ha ocupado más alto rango en el aparato político del régimen de Fidel Castro. Fue destituido como embajador en Naciones Unidas en 1993, según él por diferencias políticas.

Íntimo colaborador del ministro de Defensa y hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, Hidalgo detalló a la prensa, luego de su arribo a La Florida, que en "los últimos 8 años he estado condenado a la mediocridad de la prensa nacional, obligado a trabajar en el periódico Trabajadores y sin ninguna otra opción. Y digo obligado, porque fui advertido que no iba a conseguir ningún otro tipo de trabajo y debía permanecer allí. Por eso, la única opción que me quedó fue buscar una salida clandestina, ilegal, porque no tenía a quien recurrir".

"Raúl es claramente una continuidad de Fidel", aseguró Hidalgo. "Es un ser obtuso, una persona obsesionada con el poder, represiva, sin ninguna altura intelectual y sin ninguna posibilidad de encontrar soluciones propias a ese país. Carece, además, de la habilidad maquiavélica de su hermano".

Según el ex funcionario, "en Cuba no existe ningún mecanismo institucional para la toma de decisiones. Los organismos que aparentemente toman las decisiones, como pudieran ser la Asamblea Nacional, el Comité Central del Partido, incluso el Buró Político, son meras fachadas donde de una forma litúrgica se toman decisiones preestablecidas. La mayor parte de ellas por la iniciativa, el tono, el sentido, en el momento y en las condiciones que Fidel Castro quiere. Todo lo otro es paisaje".

"El país atraviesa un momento de absoluta senilidad política. Fidel obliga a todos los cubanos a vivir en un mundo irreal, sin ninguna conexión con la realidad, y mientras, nadie puede ni hablar de los verdaderos problemas, como el desmantelamiento de la industria azucarera", aseguró Hidalgo.

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