| El museo de Elián González en Miami vive horas bajas |
|
AFP/ Miami. En el exterior de la "Casa Elián" en Miami, unas estatuillas de Micky y Minnie Mouse ataviados de Papá Noel reciben a los visitantes del curioso museo, pero dos años después del fin de la trágica saga la iconografía del pequeño balsero parece vivir horas bajas.
Hasta junio de 2000, Elián fue el centro de una controversia que atrajo la atención de medio mundo. El pasado domingo —único día semanal de apertura del museo— nadie se acercó a visitar la casa donde vivió el balserito durante cinco meses, y que ahora alberga recuerdos, juguetes y objetos religiosos.
"Es porque está lloviendo", explica Delfín González, tío de Elián, propietario y responsable del museo ubicado en La Pequeña Habana, barrio cubano por excelencia de Miami. González afirma que normalmente mucha gente sigue visitando la casa, aunque los vecinos aseguran que no es así.
Durante siete meses a caballo entre 1999 y 2000, Elián González, entonces de seis años, se convirtió en el niño cubano más famoso del planeta. Fue el centro de una controvertida batalla jurídica, política y emocional.
Elián fue rescatado el 25 de noviembre de 1999 ante las costas del sur de Florida, tras el naufragio de una embarcación de balseros procedente de la Isla, en el que murieron su madre y otros 10 inmigrantes que intentaban llegar a Estados Unidos.
Se inició entonces una mediática lucha por la custodia del pequeño, librada entre su padre, residente en la Isla y apoyado por el régimen de Castro, y sus familiares de Miami.
"Fue un acontecimiento histórico, ideológico y sentimental, que la gente debe recordar", dice González.
"Queremos mostrar cómo este niño vivió en libertad, ahora que regresó a un país donde la gente está esclavizada", añade.
Dos banderas, una cubana y otra estadounidense, ondean ante la pequeña casa. En la entrada, una foto de la madre de Elián dice: "Los dictadores mueren, las madres nunca".
El visitante puede también leer un poema en español: "Con tu sangre escribo tu nombre —porque, tú, madre— me has hecho un hombre".
En el interior de la casa-museo se encuentran centenares de objetos y fotos, la cama donde durmió el pequeño balsero, juguetes, imágenes religiosas, ositos de peluche.
González ríe ante la idea de que Castro pueda montar una exhibición similar en la casa donde ahora vive el pequeño, junto a su padre, en Cárdenas. "Ahí no tienen nada que mostrar. Aquí tenemos muchas cosas, porque estamos en un país libre y Elián recibió gran cantidad de regalos".
A fines de abril de 2000, agentes federales irrumpieron por la fuerza en esta misma casa para sacar a Elián y entregarlo a su padre, llegado de la Isla, a quien la justicia estadounidense había reconocido la custodia del pequeño.
Elián y su progenitor regresaron a la Isla en junio de 2000.
|
