| Duro golpe al contrabando de cubanos |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ |
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El contrabando de cubanos sufrió el fin de semana su más duro golpe hasta el momento con la desarticulación de una red que transportaba a indocumentados por el Estrecho de la Florida hasta Estados Unidos.
Siete cubanos residentes en el condado Miami-Dade encaran ahora 187 acusaciones por operaciones de contrabando realizadas entre el 17 de octubre de 1999 y el 4 de junio de este año. Por lo menos 99 cubanos llegaron a Estados Unidos por esa vía.
El presunto cabecilla de la red, Jorge Luis Alemán, alias Bombino, y Gaspar Coll González, enfrentan además cadena perpetua o la pena capital si son hallados culpables de haber provocado la muerte de una mujer durante uno de esos viajes, a inicios de año. Según la fiscalía, ambos participaron en cinco operaciones de tráfico de cubanos, y el resto de los encausados se les unió en algunas de esas.
A pesar de que los traficantes cobran aproximadamente 8 000 dólares por cada persona que transportan, Alemán, un mecánico de barcos de 36 años, se presentó el viernes ante un tribunal federal de Miami alegando que no poseía ni dinero ni propiedades suficientes para pagar un abogado.
En la vista preliminar, el fiscal asistente Curtis B. Miner recomendó al juez que no le otorgara fianza a Alemán ni a Coll —un trabajador de la construcción de 32 años—, por "el grave peligro que representan para la comunidad", pero al resto se les podría otorgar una fianza de 100 000 dólares. El miércoles será la audiencia judicial para conceder las fianzas.
Los otros encausados: Noel Ruiz Pérez, camionero de 32 años; Juan Raúl García, mecánico automotriz de 35; Angel Argüelles García, operador, de 34; Arturo Noa Marrero, desempleado, de 38; y Yoel González Acosta —no se presentó en corte y era buscado por la policía—, podrían enfrentar penas de hasta 15 años de cárcel.
El incidente más grave por el que deberán responder Alemán y Coll es la muerte de Leocadia Cira Rodríguez, de 50 años, durante un viaje que comenzó el 14 de enero de este año en Encrucijada, Villa Clara. De acuerdo con la acusación de la fiscalía estadounidense, los traficantes sobrecargaron una pequeña lancha rápida con 22 personas, y al ser detectados por los guardacostas cubanos lanzaron a siete al mar. Los otros 15 continuaron el viaje hasta Cayo Anguila, un islote deshabitado de las Bahamas, donde sobrevivieron 14 días comiendo caracoles y cactos, hasta que fueron recogidos por personas "no identificadas", y conducidos al sur de la Florida, según el informe de la fiscalía.
Cira Rodríguez, que se encontraba en ese grupo, llegó al islote inconsciente, debido a un golpe en la cabeza que sufrió en la travesía por las agitadas aguas del Estrecho de la Florida. La mujer murió allí y fue enterrada en una tumba improvisada.
Con la desarticulación de la red de contrabandistas en la Operación Barrera de Coral, las autoridades estadounidenses están en posición ventajosa en la ronda de conversaciones migratorias que comienza este lunes en La Habana. El régimen de Fidel Castro ha acusado reiteradamente a Washington de permanecer impasible antes las operaciones de contrabando y de estimular la emigración ilegal. Washington, por su parte, insiste en que lo que impulsa a los cubanos a arriesgar sus vidas en el mar es la desesperada situación económica en la Isla —producto de la ineficiencia del sistema—, las restricciones para viajar y el régimen político totalitario.
Dejando a un lado estos desacuerdos esenciales, funcionarios de ambos países cooperaron en la desarticulación de la red de contrabando. El 8 de febrero, el régimen de La Habana difundió una lista de dos decenas de presuntos contrabandistas, entre los que se encontraban Alemán y Argüelles, además de Rolando Noa Rojas, nombrado en la acusación federal, pero sin pruebas en su contra.
Posteriormente, funcionarios estadounidenses viajaron a La Habana y se entrevistaron con guardacostas y algunos de los cubanos lanzados al mar por los traficantes durante el viaje en que pereció Cira Rodríguez.
Además de esa muerte, las autoridades estadounidenses han estado investigando la de Nelson Zayas Mayo, de 35 años, quien fue encontrado flotando el viernes 26 de enero con el cuerpo de lleno de contusiones, y las de Juana María Sánchez, de 73 años, y Mileydis Cuéllar Sánchez, de 27, ocurridas poco después cuando se dirigían a Estados Unidos en operaciones de contrabando.
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