Unos 10.900 ciudadanos de la Isla han dado ya su opinión sobre el anteproyecto de la Carta de Derechos y Deberes Fundamentales de los Cubanos, según informa el Boletín mensual El correo de la Carta, elaborado por la disidente Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM).

Las organizaciones opositoras que integran la MROM comenzaron en agosto pasado la campaña de difusión de la Carta, una iniciativa sin precedentes en Cuba, destinada a consultar a la población sobre el contenido del documento. El texto incluye 47 artículos referidos a derechos y obligaciones con los cuales debería contar la ciudadanía. Los promotores de la iniciativa consideran que al menos 21 de esos artículos corresponden a derechos no respetados por el gobierno de Fidel Castro.

El correo de la Carta explica que casi el 94% de las 10.899 personas consultadas en la Isla se han mostrado de acuerdo con el anteproyecto, unas 320 han manifestado desacuerdo total, y otras 351 han propuesto modificaciones. Las opiniones se recogen a través de las 163 Casas de Consulta abiertas en el país. Paralelamente, trabajan 112 consultores itinerantes. La única provincia en la que se no se lleva a cabo la iniciativa es Ciego de Ávila.

En la consulta de la Carta participan cerca de 47 organizaciones opositoras con diferentes fines: asociaciones de agricultores, presos políticos, mujeres, y jóvenes; bibliotecas independientes; entidades sindicales y pro derechos humanos; gremios de periodistas y economistas; colegios de médicos, entre otros colectivos sin vínculos con el gobierno de La Habana.

El Boletín informativo de la MROM afirma que el proceso ha abarcado a "una amplia gama de cubanos", incluidos profesionales de diversas disciplinas, militares y miembros del Partido Comunista, que han hecho sus comentarios, críticas y sugerencias "no exentos de suspicacias y temores". Para los promotores, esta consulta brinda "la oportunidad de participar en una iniciativa que producirá, como resultado del debate, un documento escrito colectivamente por el pueblo, cuyo objetivo principal será seguramente el de convertirse en una demanda pública, en una referencia obligatoria".

Al presentar la campaña en agosto de este año, Manuel Cuesta Morúa, líder de la Corriente Socialista Democrática Cubana, aclaró que la Carta de Derechos y Deberes Fundamentales de los Cubanos no tiene intenciones políticas, sino cívicas, sólo "pretende crear conciencia ciudadana". El disidente advirtió además que los impulsores del documento no buscan abrir una alternativa al Proyecto Varela.

Una vez concluido el proceso de consultas a los ciudadanos, los promotores de La Carta crearán una Comisión de Redacción Final, en la cual han invitado a participar a las diversas entidades de la sociedad civil.

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