La Cancillería cubana rechaza la expulsión de sus diplomáticos en EE UU |
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AFP/ La Habana. La Cancillería de La Habana rechazó el viernes las acusaciones de espionaje realizadas por Washington contra cuatro diplomáticos cubanos, que fueron expulsados esta semana de Estados Unidos.
"Cuba rechaza totalmente estas falaces y desvergonzadas acusaciones contra sus diplomáticos", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Añadió que "el Gobierno de Estados Unidos, responsable del mayor y más sofisticado aparato de inteligencia en el mundo, no tiene la más mínima autoridad moral, ni justificación alguna para refrendar estas aseveraciones contra nuestros diplomáticos".
Oscar Redondo Toledo y Gustavo Machín Gómez, primeros secretarios de la misión cubana en Washington, fueron declarados "persona no grata" argumentando que desarrollaban actividades de inteligencia en Estados Unidos.
La medida contra estos dos diplomáticos se vincula con el caso de la ex analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa, Ana Belén Montes, quien en marzo pasado se declaró culpable de espiar a favor de La Habana, y en octubre fue sentenciada a 25 años de cárcel.
"Estas expulsiones representan nuestra respuesta a las actividades inaceptables por las cuales Ana Belén Montes fue arrestada y convicta", explicó en Washington el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
Asimismo, a Francisco González García y Carlos Augusto Suanes Flexas, diplomáticos de la misión cubana ante Naciones Unidas en Nueva York, se les imputó haberse excedido en su conducta oficial e involucrarse en actividades que afectan a Estados Unidos.
La cancillería cubana advirtió que "el Gobierno de Cuba tiene pruebas suficientes y documentadas de la labor subversiva, injerencista y contrarrevolucionaria" que realizan funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
"Cuba tiene derecho a responder, y lo hará, en el momento adecuado y usando las herramientas políticas y diplomáticas que tiene a su disposición", indicó el documento.
La cancillería aseguró que detrás del suceso está la mano del secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Otto Reich, quien "acudió a estas y otras medidas desesperadas, días antes de las elecciones de medio término en Estados Unidos, con el objetivo de generar una nueva escalada de irracional hostilidad contra Cuba", dice la nota oficial.
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