La opositora Corriente Socialista Democrática Cubana (CSDC) realizará del 16 al 18 de enero de 2003 su Primera Conferencia Nacional. Entre los objetivos de la reunión estará dar los primeros pasos para la creación de un "Arco Progresista" que agrupe iniciativas políticas e ideológicas con fines similares.

Este será el segundo intento de llevar a cabo la Conferencia. El cónclave estaba previsto para enero de 2002, pero en aquella ocasión "las condiciones impuestas por las autoridades —cubanas— para permitir su realización fueron inaceptables", explica un comunicado de la CSDC.

Al encuentro nacional le antecederán dos Conferencias regionales que se realizarán en noviembre y diciembre de este año. En estas citas se tratará el tema de los derechos humanos, y se discutirán y aprobarán propuestas de la izquierda socialdemócrata para la transición política en Cuba.

El comunicado de la CSDC, firmado por su secretario general, Manuel Cuesta Morúa, asegura que la consolidación de una "nueva izquierda" en la Isla es ya un hecho. "La fuerte red de socialistas democráticos, demócratas progresistas y socialdemócratas que se articulan en torno a nuestro proyecto ha supuesto un mayor espacio social para los que dentro de Cuba también sostenemos la idea de que otra izquierda es posible".

Según el comunicado, la creación del llamado Arco Progresista deberá permitir "la mayor confluencia posible entre propuestas políticas e ideológicas" en momentos en que la idea socialista ha recibido "un duro golpe" con la modificación constitucional, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular, para consagrar un socialismo "irrevocable" en Cuba.

A juicio de la CSDC, ese intento de sustituir la "convicción social" con la "compulsión jurídica", destinado a "perpetuar la hegemonía" del Partido Comunista de Cuba (PCC), se ha convertido en un desafío para los socialdemócratas, al congelar el debate sobre "qué socialismo hemos tenido, qué socialismo tenemos y qué socialismo podemos tener", y desvirtuar los contenidos y significados de la idea socialista. En este sentido, otro fin del Arco Progresista será propiciar una "definición estratégica" que permita "preservar los núcleos básicos" de la identidad socialista.

Para la CSDC, la respuesta al desafío pasa por la deslegitimación del "monopolio ideológico" que detenta el PCC.

La organización opositora considera que también los comunistas tiene ante sí dos retos importantes: aceptar "la existencia en Cuba de una izquierda plural, y el debate profundo con una izquierda democrática que a lo largo de 10 años ha logrado fundamentar una sólida plataforma socialdemócrata y una seria alternativa de gobernabilidad".

Los socialdemócratas cubanos formulan 10 preguntas al Partido Comunista

Aprovechando la cercanía de su Primera Conferencia Nacional, la CSDC ha hecho públicas diez preguntas dirigidas al PCC, cuyas respuestas, a juicio de la organización disidente, serían vitales para "la presente y futura legitimidad política, ideológica y social de la idea socialista".

El cuestionario indaga sobre la validez de "identificar hegemonía política y hegemonía de la verdad"; el reconocimiento de la naturaleza plural de la izquierda, "tal y como se inscribe en nuestra tradición histórica y en actual espectro político cubano"; la autoridad para definir la incompatibilidad entre socialismo y economía de mercado, propiedad privada y pluralidad política e ideológica.

Además, los socialdemócratas cubanos preguntan al PCC por la contradicción existente entre los ideales de izquierda que dice seguir y la "prédica del odio de clases", los intentos de "disminuir las diferencias sociales suprimiendo la iniciativa individual", la "ausencia de las libertades de opinión , expresión, asociación, acceso a la información y libre movimiento", y la limitación permanente de la participación ciudadana.

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