AFP/ Copenhague. Cuba y la Unión Europea (UE) siguen discrepando sobre el tema de los derechos humanos, en particular en el ámbito de las libertades y del pluripartidismo, declaró este lunes el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Ángel Dalmau, al término de una reunión que mantuvo en Copenhague con la troika de la UE.

"Nos pusimos de acuerdo para fijar nuestras divergencias sobre los derechos humanos con respecto a Cuba, no obstante decidimos continuar el diálogo político iniciado el año pasado en La Habana y mejorar la comprensión entre unos y otros", declaró Dalmau en rueda de prensa.

Por su parte, la UE señaló en una declaración que "ese diálogo político con Cuba se desarrolló en un ambiente de mutuo respeto (...) y que las dos partes acordaron continuarlo en el futuro con vistas a reforzar sus relaciones".

"Esta reunión brinda la oportunidad de intercambiar puntos de vista sobre una cantidad de temas de interés común concernientes a la cooperación entre Cuba y la UE, como la situación de los derechos humanos en Cuba y en los países de la UE, el desarrollo del sector económico y privado, el embargo estadounidense y la lucha internacional contra el terrorismo", explicó la nota.

Sobre la postura del gobierno de Fidel Castro, Dalmau dijo que "Cuba no puede aceptar la posición común de la UE, que se remonta a 1996 y que había sido propuesta por el jefe de gobierno español José María Aznar, pidiendo cambios políticos del sistema cubano hacia la vía del pluralismo". La posición cubana consiste en "rechazar esa injerencia en sus asuntos internos", agregó.

"Si nadie tiene en cuenta el factor —del embargo estadounidense—, nunca podrá comprender nuestra realidad", recalcó, refiriéndose a la delegación de los Quince liderada por el danés Carsten Staur.

El diplomático cubano reconoció que "algunas cosas podían y deberían mejorarse". "Podremos hacerlo un día (...). No somos perfectos y queremos que los demás piensen que tampoco lo son", estimó.

El vicecanciller afirmó que la Habana está dispuesta a recibir consejos, a condición de que no vayan en contra del sistema político y económico "que el pueblo cubano eligió por sí mismo". A juicio del funcionario, "Cuba y la UE tienen una percepción diferente de la democracia".

Pese a estas divergencias sobre los derechos humanos, las dos delegaciones "mantuvieron negociaciones muy constructivas" en las que se constataron "coincidencias en muchos temas", dijo Dalmau.

El viceministro cubano cito ejemplos que La Habana considera avances en el plano bilateral entre Cuba y los Estados miembros de la UE. Durante la última década los países de la UE ocupan "más del 50% de las inversiones en Cuba" y más de la mitad de los dos millones de turistas anuales que recibe la Isla son ciudadanos de la UE.

Frente a las críticas de la UE sobre los derechos humanos, Dalmau indicó que su país tenía reproches que hacer a la Unión Europea. "Estamos preocupados por la corriente xenófoba en varios países, la situación de los inmigrantes en Europa, por la falta de igualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral y por el consumo creciente de drogas blandas", dijo.

"Nos hubiera gustado apreciar una protección de las minorías y que no se equiparara a los musulmanes con los terroristas", concluyó.

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