Los destrozos de Isidore y Lili afectarán la producción tabacalera de los próximos años |
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AFP/ La Habana. Los dos huracanes que azotaron el occidente cubano en octubre no afectarán la producción inmediata de puros para la exportación, pero sí provocarán una caída en los próximos años, afirmó el domingo el monopolio hispano-cubano Habanos, que comercializa ese producto en el mundo.
Dos huracanes, Lili e Isidore, azotaron en octubre la occidental provincia de Pinar del Río, con particular fuerza a los municipios de San Luis, San Juan y Martínez, localizados en la zona conocida como Vuelta Abajo, donde se cosecha el mejor tabaco del mundo.
En un comunicado de prensa, Habanos afirmó que las hojas de tabaco secas y añejadas —como promedio, dos años antes de ser torcidas— están guardadas en almacenes alejados del área en la que impactó el huracán, y "afortunadamente en este sentido no se registran afectaciones".
Sin embargo todavía se evalúan los perjuicios a las hojas cosechadas este año y que en el momento del paso de los huracanes se encontraban en las frágiles casas de secado de Pinar del Río, muy afectadas por los vientos.
Las mayores pérdida están en el tabaco que debe sembrarse. Los efectos negativos sobre semilleros, casas y otras instalaciones involucradas son "cuantiosos", dijo Habanos. "Se registran importantes afectaciones en las casas de tabaco de San Juan y Martínez y San Luis", de las cuales la gran mayoría ha resultado destruida, explica el texto.
Los fenómenos meteorológicos se produjeron antes de que se realizara la siembra, o cuando el desarrollo de las plantaciones aún no estaba muy avanzado. Esto no ha evitado "que los daños en semilleros hayan sido significativos tanto por la pérdida de bandejas para posturas como por la inundación de algunas áreas ya plantadas", lo que provocará un retraso y una previsible disminución en la cosecha, según la empresa.
Habanos afirmó que "las autoridades cubanas han dispuesto un programa de reconstrucción que prevé en el corto plazo rescatar estas instalaciones" dañadas.
La exportación de tabaco asciende a unos 250 millones de dólares anuales, y constituyen el tercer rubro de las ventas cubanas al exterior, después del azúcar y el níquel, dos productos básicos que sufren en estos momentos una contracción de sus precios internacionales.
Según el Anuario Estadístico de Cuba, editado por el gobierno de la Isla, la producción de hojas de tabaco en 2001 fue de 31.751 toneladas, que se destinaron a la producción de puros y cigarrillos para la exportación, el consumo nacional y la venta "en rama" (sin torcer) a otros países.
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