El levantamiento de las restricciones para viajar a la Isla parece tener suficientes votos en la Cámara de Representantes, pero el exilio cubano confía en el veto presidencial.

El presidente George W. Bush ha dicho que vetará cualquier medida que signifique un cambio de la política hacia el régimen de Fidel Castro.

El pasado sábado, el Secretario de Estado, Colin Powell, y el Secretario del Tesoro, Paul O'Neill, enviaron una carta al Comité de Apropiaciones de la Cámara advirtiendo que la Administración rechazará cualquier medida para suavizar el embargo.

"Recomendaríamos que el Presidente vete cualquier legislación si ésta llega a su mesa", señaló la carta. "Nuestra política hacia Cuba reconoce que prevalece una relación de continua hostilidad entre ambos gobiernos". La enmienda que eliminaría los controles sobre los viajes a la Isla de estadounidenses que no son exiliados cubanos es patrocinada por el representante Jeff Flake, republicano por Arizona, y apoyada por el representante Charles Rangel, demócrata por Nueva York, y tiene la mayor probabilidad de triunfo entre las tres propuestas legislativas sobre el presupuesto anual del Departamento del Tesoro.

Las otras dos enmiendas cuya aprobación parece menos viable son:

—Levantar la prohibición de financiamientos a las ventas agrícolas al régimen de Castro, presentada por el representante Jerry Moran, republicano por Kansas.

—La prohibición de gastar fondos para hacer cumplir las disposiciones del embargo, presentada por el representante Charles Rangel, demócrata por Nueva York.

Aunque los pronósticos se inclinan por la aprobación de la Enmienda Flake, los opositores de ablandar el embargo dicen que cuentan con alternativas para derrotarla. Una medida similar fue aprobada el pasado año con 240 votos a favor y 186 en contra.

"Vamos a desarrollar una fuerte contraofensiva", expresó el representante cubano-americano Lincoln Díaz-Balart, republicano por Florida. "Estaremos peleando hasta el final".

Anoche, Díaz-Balart estaba desarrollando estrategias parlamentarias en el Comité de Reglamentos de la Cámara con vistas a neutralizar las propuestas antiembargo. Al parecer la enmienda contra los viajes será presentada por Porter Goss, republicano por Florida, aunque su contenido no fue revelado.

De todas formas, los partidarios de impedir diluir aún más el embargo piensan que de aprobarse la enmienda de los viajes, el liderazgo republicano de la Cámara podría negociar con éxito en la conferencia conjunta con el Senado o, en última instancia, contar con el veto presidencial.

"Todos los años tenemos este reto y a la larga siempre hemos ganado", agregó Díaz-Balart.

Los analistas dicen que ahora, cuando la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba aprobó una modificación a la Constitución de 1976, que codifica y consagra por la eternidad el Castrato con su monopolio estatal, la economía dirigida y controlada, el socialismo científico, la dictadura totalitaria con un sistema político y social de férrea jerarquía social consideradas como continuadora del leninismo-stalinista ostenta y ostentara todo el poder del Estado sin limitación..., no es el momento de diluir aún más la presión al régimen de Castro.

La modificación surgió en medio de nuevos llamados —formulados desde distintos ámbitos, incluyendo el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter durante la visita a Cuba en mayo pasado— por permitir elecciones libres en la Isla y una oposición con libertades cívicas.

Con la reforma no habrá ya la posibilidad teórica en la Constitución de la república de cambiar pacíficamente el régimen por una democracia representativa y multipartidista o la multiplicidad de ideas contrarias a las del régimen y su presidente vitalicio, Fidel Castro.

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