Perú: Manifestantes en contra de condena al régimen |
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AFP/ Lima. Partidos de izquierda y gremios sindicales salieron a las calles el pasado miércoles para presionar al gobierno del presidente Alejandro Toledo a fin de que Perú no respalde un voto de condena contra La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reunida en Ginebra.
Unos quinientos manifestantes llegaron en marcha pacífica al Palacio de Gobierno de Lima y entregaron un documento donde reclaman que "es deber de Perú no interferir en los asuntos internos de la hermana República de Cuba, que sufre los efectos del brutal bloqueo económico impuesto desde hace 40 años por Estados Unidos".
"El gobierno no debe subastar ni vender su voto porque la dignidad y soberanía de los pueblos no tiene precio", dijo Mario Huamán, presidente de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
En el documento entregado en la casa de gobierno se insta al presidente Toledo a "no aceptar las presiones ejercidas por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush", quien visitó Perú el pasado 23 de marzo.
Durante esa visita, Bush tocó el tema Cuba en la reunión que sostuvo con el mandatario peruano, pero el gobierno ha señalado que no actúa bajo presiones y que Perú "no es títere de nadie", según dijo en la víspera el canciller Diego García Sayán.
La movilización, organizada por la CGTP, fue respaldada por los gremios sindicales que agrupan a los maestros estatales y a los obreros de la construcción civil, así como a los partidos Movimiento Nueva Izquierda y el Partido Comunista Peruano.
Los manifestantes, que portaban banderitas peruanas y cubanas, junto a fotos de Fidel Castro, y de Ernesto 'Ché' Guevara, corearon consignas en que se pedía al gobierno mantener la tradicional posición de Perú de abstenerse de condenar al régimen cubano en los foros internacionales.
Huamán y Olmedo Auris, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Educación, dijeron que las coordinaciones que hacen diversos gobiernos de América Latina para enviar una misión de las Naciones Unidas a inspeccionar la situación de los derechos humanos en la Isla constituye una "violación de la soberanía y del principio de autodeterminación de los pueblos".
Los manifestantes exigieron al gobierno de Toledo actuar "con transparencia y sin ambigüedades".
El canciller García Sayán sostuvo el martes que Perú "no se presta a un juego geopolítico del que no es parte ni lo será en ningún momento" en respuesta a las críticas que señalan que Perú podría ceder ante las presiones norteamericanas.
Dijo que "un probable texto de resolución a presentarse en Ginebra podría reconocer avances importantes en derechos sociales producidos en Cuba en los últimos años", pero que plantearía "estimular el desarrollo de los derechos civiles y políticos" en ese país. Aclaró que "no se plantea aquí una misión inquisitorial, ni un ataque, condena y mucho menos una sanción".
"Perú no se siente ni será jamás un inquisidor de un país hermano", dijo.
En medios sindicales se dijo que la movilización de este miércoles estaba dirigida especialmente a ejercer presión a determinados ministros como los titulares Fernando Rospigliosi, del Interior; Nicolás Lynch, de Educación; y Fernando Villarán, de Trabajo. Dentro de ese grupo se incluye a García Sayán.
Una octavilla del Movimiento Nueva Izquierda distribuido en la marcha identifica a esos ministros como "de origen izquierdista" y se les pide renunciar si se impone la posición de condenar o enviar una misión de inspección a la Isla.
Para los sectores izquierdistas, el ala neoliberal del gobierno de Toledo la encabezan el ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, y el primer ministro, Roberto Dañino, de quienes se señala que son permeables a aceptar las posiciones de Washington en el tema de Cuba a cambio de beneficios económicos para Perú.
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