Emiliano Salvador: del éxito fulgurante al mito |
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Se cuenta entre los pianistas criollos más importantes de todos los tiempos y uno de los más grandes del 'latin jazz'. |
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por JOAQUíN ORDOQUI GARCíA, Madrid |
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Cuando se funda el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (GES) en 1969, el acontecimiento evidente fue la irrupción de Pablo Milanés, Noel Nicola y Silvio Rodríguez en la vida cultural del país más o menos oficialmente. El otro acontecimiento, más soterrado pero acaso más trascendente, fue la creación de un espacio donde muchos jazzistas y algunos rockeros pudieron manifestarse, aunque sin hacer demasiado explícitos los géneros que se abordaban. La palabra "experimental", estratégicamente colocada, enmascaró muchas intenciones y propició la tolerancia hacia géneros que eran vistos como la expresión misma del demonio que, como todos saben, para la nueva inquisición estaba representado por los Estados Unidos.
El atractivo que suelen despertar los cantantes hizo que pocos prestaran atención a los instrumentistas del GES, entre los que se destacaba su tecladista, Emiliano Salvador.
Nació en Puerto Padre, en 1951 (nuevamente la fecha exacta del nacimiento de un gran músico no aparece en nuestra escasa bibliografía musical), y tuvo en su progenitor a su primer maestro, pues éste era director de una orquesta cuyo nombre es también ignorado. A mediados de los 60, Emiliano comienza sus estudios en la Escuela Nacional de Arte, y en 1969 ya forma parte del GES, que fue también una gran escuela en la que profesores como Leo Brouwer y Federico Smith impartían diariamente sus clases, decididamente magistrales y que incorporaban, de manera orgánica, un saber musical que iba y venía entre el "aleatorismo" y el son, la rumba y la música concreta, los barrocos y Brasil, el jazz y Darius Milhaud... Como diría Leonardo Acosta en su libro Raíces del jazz latino, se estudiaba "...casi toda la música posible: de Beethoven a John Coltrane, de Gilberto Gil a Ravi Shankar, de Anton von Webern a Xenakis, de Frank Zappa a Blood, Sweat and Tears, de Sindo Garay a Juan Blanco y, por supuesto, de Bach a los Beatles...".
Los músicos más talentosos del grupo, entre quienes sobresalía Emiliano Salvador, demostraron en varias obras grabadas por el GES la feliz digestión de esos orbes en apariencia distantes. Muchas de esas obras no fueron conocidas en su momento debido a que no incorporaban las voces neotrovadorescas o si lo hacían era sólo como acompañantes vocales. Emiliano, además, recibía clases de piano de la musicóloga María Antonieta Enríquez. Durante su estancia en el GES —que duró hasta su disolución, en 1977— escribió la música de varias películas y compuso algunas de las obras más novedosas del grupo, como Báilalo si puedes, antecedente claro de Son en 7 x 4, que aparecerá en su segundo disco, Emiliano Salvador II, grabado en 1980.
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