La vida es una barca |
|
|
por LáZARO MORELL, Madrid |
|
Otro sonero mayor, el gran Arsenio Rodríguez, será, con sus letras, nuestro nuevo protagonista. Los aportes de Arsenio a la música son tantos que puede afirmarse, sin excesos, que lo que hoy conocemos como "salsa" no habría sido lo que es sin su contundente presencia. La rumba, el son y el bolero le deben más de una página gloriosa y muchas de sus composiciones son verdaderos estándares que cada generación hace suyos y nos los devuelve con aportes nuevos. Es el caso, por ejemplo, de este calderoniano bolero que ha propiciado un buen conjunto de gozosas grabaciones y que es el producto de la decepción que le produjo el saber, de forma definitiva, que no podía recuperar la vista. A pesar de ello y gracias a la tétrica vaguedad de su letra, muchos lo asocian con un fracaso amoroso. ¿Por qué no? Las buenas canciones son polivalentes y "hay que gozar lo que puedas gozar", como dijo el filósofo.
La vida es un sueño (bolero, 1947) Arsenio Rodríguez
Después que uno viva veinte desengaños, ¿qué importa uno más?
Después que conozcas la acción de la vida no debes llorar.
Hay que darse cuenta que todo es mentira, que nada es verdad.
Hay que vivir el momento feliz, hay que gozar lo que puedas gozar, porque sacando la cuenta en total, la vida es un sueño y todo se va.
La realidad es nacer y morir, ¿por qué llenarnos de tanta ansiedad? Todo no es más que un eterno sufrir: el mundo está hecho sin felicidad.
|