| Luis Barbería y lo diferente |
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| 'Nuestra música ha evolucionado muchísimo, pero únicamente nos damos cuenta los cubanos, porque hemos vivido el proceso', afirma el cantautor. |
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| por DENNYS MATOS, Madrid |
Parte 1 / 2 |
Luego de varios aplazamientos por razones de mercado, el sello Muxxic de Gran Vía Musical presenta el nuevo disco de Luis Barbería, ex integrante de Habana Abierta. Titulada con su nombre, la placa contempla 13 temas, siete de ellos compuestos por el propio Barbería. El resto pertenece a otros jóvenes músicos: los ex Habana Abierta Andy Villalón (Sometime y Tú me amas) y Vanito Caballero (Te acuerdas de mí), a quienes se ha sumado Julio Fowler (Ella es el amor y Mátame).
Sorprende el giro experimentado por Barbería hacia un sonido inmerso en la actualidad musical internacional. El disco tiene de funky, rap, soul, tecno, jazz, entre otros géneros. Todo ello matizado por una voz en tonos graves acentuados, bien ajustados a textos llenos de imágenes sensuales, referentes al amor y el erotismo. El disco podrá gustar o no, pero resulta clara la apuesta por algo bastante diferente de lo escuchado en los CDs de Kelvis Ochoa y Boris Larramendi.
¿Cómo maduras la idea de cambiar hacia un sonido más internacional, con respecto a lo que habías hecho anteriormente en Habana Abierta?
Siempre he mantenido claras mis raíces cubanas. Lo demuestro en directo, cuando hago cosas de percusión vocal, y en general en mis canciones también están presentes esos elementos. Pero no es menos cierto que yo siempre tiré mucho para la onda negra americana, al estilo de Earth, Wind and Fire o Barry White, incluso también tuve interés por la música blanca, como la de Billy Joel y Michael McDonall. Desde niño uno de mis sueños era hacer una música como esa. Ahora me ha llegado la hora, venda o no venda el disco, de darme el gustazo de hacer esa música. Hay gente que se dedica a hacer música cubana, digamos que expresamente música cubana. Yo trabajo con elementos cubanos, pero son pinceladas muy transparentes que dejan ver siempre, sin acentuación de ningún tipo, que permiten la visión de toda la música que hay dentro. Creo que la parte más cubana que tiene el disco está en el lenguaje, en la forma de cantar, de sincopar las melodías y los contratiempos, pero hasta ahí. El disco tiene mucho del funky americano de esa época, pero también tiene de muchas otras músicas.
¿Suena muy americano el disco?
Puede dar la impresión de que es un disco tirando mucho a lo americano, pero en Estados Unidos, por ejemplo, sorprendería, porque el tipo de música que he hecho, inspirada en la música negra americana, no es cantada en mi disco como generalmente la cantan los negros americanos. Supongo que es una de las cosas que puede hacer al disco interesante. En Cuba el disco no sonaría a cubano, pero en Estados Unidos tampoco sonaría americano. Tomo elementos de una y de otra música, pero sin llegar a ser la una o la otra. En el primer disco de Habana Abierta hice una música de órbita muy cercana a la cubana, porque hacía muy poco tiempo que estaba en Europa. Desde esa fecha hasta ahora he escuchado mucha música. Yo ahora digo: "voy a ver qué está pasando en el mercado", y llego a las tiendas y reviso la parte de soul, la de funky y la de jazz, y otras músicas que a mí me interesan, y me hago una idea de lo que está sonando ahora. A partir de ahí voy elaborando mi música.
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