Lunes, 16 diciembre 2002 Año III. Edición 516 IMAGENES PORTADA
Música
La propuesta del trío Enserie

'El Ministerio nos llama Entidades Presupuestadas Protegidas, que suena a que eres administrador de una empresa de cosmética', comenta uno de los músicos.
por DENNYS MATOS, Madrid Parte 1 / 2
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El trío villaclareño Enserie representa una opción novedosa en el contexto de la Nueva Trova cubana, pues esta clase de formato resulta inédito en la evolución del movimiento: cuando existió fue de manera muy circunstancial (el caso de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Incola). Su primer disco, titulado Enserie, muestra un acabado trabajo vocal y canciones que, aun moviéndose en diferentes géneros populares, revelan un tratamiento fundamentalmente trovadoresco.

¿El trabajo que hace Enserie puede considerarse dentro de la órbita de la Nueva Trova?

Raúl Cabrera: Está contemplado dentro de la trova en general, pero no queremos encasillarlo en la Nueva Trova. Quizás algunos lo tengan como novísima trova, que fue lo que vino después. Pero pensamos que todo es una sola cosa desde que empezó, y como estamos trabajando con temas de Carlos Puebla, de quien hemos hecho arreglos, nos ha influenciado ese tipo de música... como también hay temas que ya salen de nosotros, que son boleros, guarachas, sones. Y como está todo eso marcado en nuestras canciones, pensamos que no tiene que decirse "Nueva Trova", sino sencillamente canción o movimiento de la canción, que data desde que empezó la trova hasta nuestros días.

¿Qué recoge el primer disco de Enserie?

RC: Nuestra primera grabación fue una que se hizo en vivo, pero salió en formato de casete, grabada en el 98 en la Casa de las Américas. Por otra parte, el CD Enserie es una especie de recopilación de nuestro trabajo. Hay canciones que estaban en el casete pero que aquí, llevadas a estudio, suenan totalmente diferente. En Enserie hay 12 canciones: unas viejas, otras más nuevas, que van desde el 92 hasta el 99, grabadas en los Estudios Abdala, de La Habana.

Escuchando el disco se encuentran temas como La noche entera, que es una guajira, o El carnavalito y La conga del dragón ñato, que se mueven entre el son, la guaracha y la misma conga. ¿Hay una preocupación desde la propuesta trovadoresca de Enserie por dar un nuevo tratamiento a estos géneros?

Rolando Berrio: La trova permite utilizar todos los géneros. Al principio los fundadores de la Nueva Trova abrieron el camino y los estudiaban. Eso nos permite ahora mismo poder incursionar en diferentes tipos de géneros. O sea, se llama trova a la intención de querer comunicar, de querer estar comunicado socialmente.

Entonces, obligatoriamente, se revitalizan un poco estos géneros. Yo en este caso no puedo, no me hallo en el tipo de lenguaje que se empleaba al principio en la trova. Porque tampoco me hallo en el tipo de lenguaje que se utilizaba a principio de los setenta en la Nueva Trova. Me refiero a las letras, los códigos, las temáticas... y no tanto a las temáticas como a la forma de expresarlas, a su morfología, a la forma de hablar y comunicar. Aunque seguimos enamorados del son, de la balada y, en general, de la canción, ha cambiado el sentido porque ha cambiado la sociedad.

Sin embargo, excepto la canción Siglo XXI, el tratamiento de lo social está prácticamente ausente del disco. ¿Esta postura forma parte de la propuesta del Trío Enserie?

RC: Yo creo que de cierta manera sí. Nos metemos en el ámbito social pero de la manera más humana posible, es decir, no vamos a la parte superficial del asunto, vamos al corazón de la historia. Y el corazón de esa historia es muy humano, de Cuba y de cualquier país del mundo. Por eso podemos enmarcarnos en cualquier lugar. De eso se trata, de llegar al fondo de un problema social X, sea el que sea, pero de una forma diferente, darle otro matiz al asunto... no ambientarlo dentro de lo político. Esto te lo marca mucho el contexto histórico. El Trío Enserie empezó en 1992, que era un momento muy difícil, una etapa de muchos cambios abruptos, de demasiados problemas sociales y no pensamos que la solución fuera volver a lo que se hizo en los años sesenta, cuando nace el movimiento de la Nueva Trova, que era la protesta pura y dura. Pensamos que otro tipo de tratamiento sería mejor, y la forma que hemos escogido es para nosotros muy válida, para sentirnos bien con la sociedad y con la gente que nos rodea.

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