Viernes, 18 octubre 2002 Año III. Edición 475 IMAGENES PORTADA
Música
Musiquita en la cabeza

Ironías y desparpajos de la primera incursión musical de Alexis Valdés.
por DENNYS MATOS, Madrid  
Portada

Musiquita en la cabeza (Bat Disco, 2001) es la primera placa de Alexis Valdés, conocido sobre todo por su trabajos como actor y original humorista. La fusión de estas dos facetas lo convierte en auténtico showman, básicamente en espectáculos televisivos como El club de la comedia o Casi todo a cien. En teatro se cuenta su participación en diferentes obras (Cinco hombres.com, o Me sale de mi cabecita, por mencionar sólo dos). Tampoco hay que olvidar su paso por el cine, donde sobresale su actuación en París-Tombuctú, de Luis. G. Berlanga.

Musiquita en la cabeza puede ser ubicada dentro del género latino. Contempla temas que se alimentan de ritmos como el guaguancó (Musiquita en la cabeza), la cumbia (Gordito y qué) el ballenato (La lotería) o el son (Viaje retro). Desde el punto de vista interpretativo, destacan los coros de Gema Corredera y Pavel Urquiza, Rosa Girón, Oscar Gómez y José Morato. Mientras, en la ejecución instrumental sobresalen Alain Pérez (bajo) y Manuel Machado (trompeta). A ello debe agregarse que la letra y música de todos las piezas pertenece a Alexis Valdés.

Hablar de esta placa como si se tratara de cualquier otro disco, resultaría errado. Sobre todo porque está hecha en clave de humor, con una mezcla de ironía y sutil cinismo capaz de hacer reír incluso en canciones aparentemente serias. Se trata de un humor ligero que, sin ser reflexivo al estilo intelectual del clásico, aborda con divertida agudeza asuntos y contenidos cotidianos. Se advierte aquí a un observador perspicaz de las obsesiones que quitan el sueño a los hombres y mujeres de las sociedades occidentales. La obesidad (Gordito y qué) o la anorexia —según se vea—, el deseo incontrolado de ganar dinero (La lotería), el problema de la inmigración y el fenómeno de la globalización (Raza mojada), son algunas de las temáticas abordadas por el disco. En La lotería, primera pieza de las diez contempladas en el CD, el tono de burla viene acentuado por las rimas que estructuran la letra de la canción. Ésta abre diciendo: "¡Hay! que bonito sería, / ¡Hay! cuánto me gustaría, / ¡Hay! Dios dame esa alegría, / Te lo pido todos los días / Ganarme la lotería". Una clara referencia a la ludopatía como modo de vida al que se han enganchado millones de seres, algo ya tradicional en muchos países.

Con Gordito y qué Alexis Valdés vuelve a la carga, esta vez contra los estándares estéticos que imponen la delgadez como patrón de belleza universal: "Yo no sé a quién carijo/ Se le ha ocurrido/ Que hay que vivir reflaco y reconsumido". Se trata de una burla dirigida a criticar el absurdo que significa responder a los imperativos de la moda y al tratamiento manipulador que de ella hacen la publicidad y el consumo: "Gordito y qué/ rebaje usted pa'que se quede en el hueso/ de la cabeza a los pies". La canción pone en claro que las "reivindicaciones de los gordos" no hacen ver otra cosa que la tomadura de pelo a la que se halla expuesto el hombre común. Y ya no sólo a este respecto, inmerso como está en la monótona pasividad del consumismo.

Contrastando con esta tónica humorística y francamente burlona, Why y Raza mojada asumen una postura más grave frente a los temas que abordan. Why adopta un tono de denuncia en el que se descubre una vocación influida por la Nueva Trova. En esta pieza asoma un autor preocupado por temas más universales y trascendentes: "Llevamos miles de años/ fabricando para guerras/ no hay dinero para el daño/ que el hombre le hace a la tierra/ y no pienses son asuntos/ de cruzados y poetas/ o arreglamos esto juntos/ o a buscar otro planeta". Similar actitud aparece en Raza mojada, que trata la inmigración como el gran problema socio-cultural y político al que debe enfrentarse el mundo del siglo XXI: "Soy de la raza mojada/ nos llaman tercer mundanos/ nacimos nadando en nada/ nada que nada llegamos". Tanto Why como Raza mojada ponen la pincela de cierta preocupación sociopolítica, diferente en medio del ambiente bromista y populachero que transpira el resto del disco.

Probablemente el tema Jaque mate con matemática sea el que mejor describa la atmósfera jaranera que envuelve el CD, encarnando el estilo, la faceta de showman de Valdés. Es un tema sobre el amor y las relaciones construido audazmente a partir de imágenes extraídas del lenguaje matemático: "El ángulo de tus senos/ me tira por la pendiente/ me aumenta los coeficientes/ me eleva la bisectriz/ y aunque sé que la raíz/ es lo inverso del cuadrado/ yo estoy tan multiplicao/ con tal valor porcentual/ que te toco la integral / y me llamas descarao".

Musiquita en la cabeza, sin mayores pretensiones, nos descubre a un experimentado artista del humor que incursiona en la música como modo de rastrear otras formas de expresión. Por ello la falta de ingeniosidad en la música, o la ausencia de un estilo interpretativo que apele a la singularidad, no deben verse como defectos en sí mismos, más bien como las limitaciones a las que se enfrenta cualquier autor cuando incursiona profesionalmente dentro de una esfera artística que le es ajena.


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