Jueves, 17 octubre 2002 Año III. Edición 474 IMAGENES PORTADA
Música
¿En busca de un sonido?

A partir de 1959, nuestra música ha arrastrado el 'stop' de la política cultural oficialista.
por ARSENIO RODRíGUEZ, Barcelona Parte 3 / 3

Respaldan este criterio las dolorosas confesiones de Lilí Martínez, pianista de Arsenio Rodríguez, quien en 1983 confesó a la periodista Mayra A. Martínez: "Si me preguntas cuáles son mis deseos ahora, te diría que sólo uno: volver a tocar en un conjunto para hacer el son como lo siento". Murió pocos años más tarde.

Lo más inquietante no es que esta política haya perdido la oportunidad de liderar el desarrollo de la música cubana, sino que ahora se empeñe en dejar escapar a lo mejor de la generación que ofrece una continuidad.

Con la llegada definitiva a Miami del Médico de la Salsa, La Habana perdió a uno de sus mejores timberos. Pop, rock, rap y guaracha tienen en México a Pancho Céspedes, Amaury Gutiérrez y David Torrens (estos últimos eran unos desconocidos en la Isla antes de salir). En España radican Habana Abierta, Athanai, Kelvis Ochoa, Raulito Torres, Gema y Pavel, Orishas y Lucrecia. Jazzistas e intérpretes notables de las nuevas generaciones, como Gonzalo Rubalcaba, Albita Rodríguez, Donato Poveda, Xiomara Laugart y Angá Díaz, residen en Miami, Nueva York o Europa. Comparten fama y escenarios junto a un verdadero ejército de instrumentistas que tocan y graban con lo mejor de la música española actual. A ello hay que sumar que los que vivían fuera de Cuba (Celia Cruz, Gloria Estefan, Cachao, Bebo Valdés, Paquito d' Rivera, Willy Chirino y Patato Valdés, por sólo citar algunos) antes del impacto comercial de nuestra música en el panorama internacional, no han vuelto a la Isla.

¿Todo esto es culpa del bloqueo o es que falta una política coherente para tolerar que los músicos entren y salgan del país cada vez que quieran y armen sus compañías o sellos disqueros? Nadie se ha preguntado por qué Pablo y Silvio son los únicos que han podido construir estudios de grabación en Cuba, mientras José Luis Cortés, teniendo las condiciones, no lo ha conseguido, sólo porque su timba no gusta a la oficialidad, dado su alto contenido crítico.

Durante cuarenta años la oficialidad cultural ha tratado de que sólo se conozca un sonido, ajeno a los difundidos en los años treinta, cuarenta y cincuenta. Y cuando se promovió esta música, como es el caso de la de Carlos Puebla, Joseíto Fernández o Adalberto Álvarez, fue para difundir la obra de la revolución. Lo terrible para la música cubana es que semejante intolerancia ha generado un redescubrimiento en el exterior de una manera de hacer nuestra música que ya está superada. Carecer de preferencias en el mercado representa un estancamiento para nuestros músicos más jóvenes, dentro y fuera de la Isla.

Salto a cont. Volver: Inicio »
1   Inicio
2   Acosta culpa...
3   Respaldan...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

El desafío
DENNYS MATOS, Madrid
La tremenda rumba de Maraca
MICHEL SUáREZ, Valencia
Llegar a un arreglo
DENNYS MATOS, Madrid
Sólo una vez le crece la cresta al gallo
JOSé HUGO FERNáNDEZ, La Habana
Musiquita en la cabeza
DENNYS MATOS, Madrid
'Moña' de alto octanaje
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
semblanzas
dulce cantar
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Mini
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Ignorante
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.