Lunes, 24 junio 2002 Año III. Edición 394 IMAGENES PORTADA
Música
Una seductora coctelera

El rapero Nilo Castillo presenta su opera prima en los escenarios españoles.
por DENNYS MATOS, Madrid  
Nilo Castillo

Asombra la capacidad que sigue mostrando la música cubana para fusionarse y generar nuevos ritmos a partir de géneros musicales ajenos, con los que cuajar una fusión parecería disparatado. Ello demuestra la vitalidad y el fresco ingenio de nuestros músicos para combinar los sonidos más actuales con la rica tradición de géneros populares como el son, el mambo, la rumba, el feeling, el danzón o la guaracha. Un disco como Cachaito (2001), de temas con atmósfera sonora plantada sobre el bebop, la rumba, el mambo o las jazz band al estilo Benny de los años 50, es proyectado a través de samplers de reggae y elementos del Techno a la música de los 90 y del tercer milenio.

En cambio, la opera prima de Nilo Castillo, Guajiro del asfalto (2002), hace el recorrido inverso: su estética musical, definida a partir de la fusión de ritmos como el Hip Hop, el Techno y el rap, es retrotraída con samplers de compositores cubanos de los 40 y los 50. Ello envuelve muchos de los temas del disco —a pesar de los kilos de Hip Hop— en una atmósfera de sabor añejo, sonera, en la que puede atisbarse la presencia de Pérez Prado, Antonio Machín o Compay Segundo, entre otros autores.

Más que diez años de trabajo musical, Guajiro del asfalto recoge una década de experiencias, de vida del autor como emigrante latino y del Tercer Mundo. Ateniéndonos al espectro temático que abordan las canciones, podría dividirse el disco en dos partes. Una en la que se ubican aquellas piezas relacionadas con sus vivencias en Cuba, en las que se aborda el fenómeno de la prostitución en las calles de La Habana (Divina María), o la corrupción, el trapicheo y la bolsa negra (Business L.A.); mientras que Morena de amor reconstruye un evocador retrato de la especial relación afectiva y artística que une al artista con su madre, quien fuera cantante de Tropicana. El otro grupo de canciones presenta las tribulaciones por las que ha pasado en su vida de emigrante Nilo Castillo (El puente), reivindicando su identidad cultural cubana y latinoamericana frente a la tendencia homogeneizadora de la globalización. Por otro lado, La postal se adentra en ese sistemático y denigrante mecanismo de apartheid político y socio-cultural practicado por Occidente hacia la migración de los países subdesarrollados. Vamos caminando es una arenga por la unidad, por la auténtica diversidad como fuente de inspiración de la cultura latinoamericana. Que se prenda el carro y Kuba y Kaña, dos de las canciones mejor logradas en su factura de fusión musical, hacen del sentimiento de nostalgia una inyección de euforia en vena, reventando las visiones angustiosas a las que tradicionalmente se asocia este sentimiento.

Guajiro del asfalto es una obra de sonoridad mestiza y multicultural, que ilustra de cierto modo el proceso (la emigración) mediante el cual su autor adquiere un conocimiento más amplio de otras realidades socioculturales. Dentro de ellas se ve inmerso, con ellas practica una visión más amplia de la cultura, postulándose a través de su música como un ciudadano del mundo que pretende realizarse a pesar de las barreras y más allá de las fronteras.

Escuchado el disco, se echa en falta la fortaleza en el lenguaje que alcanza Nilo en las actuaciones en directo. Hay una contención de la energía transgresora que de por sí lleva el Hip Hop, prestándose a expresiones más explícitamente agresivas —no por ello menos ajustadas— para tratar los problemas y realidades sobre los que descarga su reflexión y crítica. Algo que se ve equilibrado por el potencial musical desplegado en toda la placa.

Si algo queda claro en el primer disco de Nilo, es que la música cubana, como el mismo ron, se presta a innumerables combinaciones; en virtud de su tremenda riqueza, los ritmos que caen en su coctelera —por muy extraños, fríos o distantes que parezcan— son irremediablemente seducidos. Si no, preguntarle al guajiro del asfalto.


Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

'Polo Montañez, guajiro natural'
CARLOS OLIVARES BARó, México D. F.
Días de gloria
BASTIANA RODRíGUEZ, Caracas
Queridos dúos
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Adiós con 'Lágrimas negras'
ARSENIO RODRíGUEZ, Barcelona
Mucho salero, pero poco sabor
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Generoso, qué bueno toca usted
CARLOS OLIVARES BARó, México D. F.
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
semblanzas
dulce cantar
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Niño
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Animales
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.