Lunes, 24 junio 2002 Año III. Edición 394 IMAGENES PORTADA
Música
Días de gloria

Un acercamiento a la obra del autor de 'Yolanda'.
por BASTIANA RODRíGUEZ, Caracas  
Portada
Días de gloria

Pocos creadores cubanos más existenciales, más hondamente atentos al tiempo, a la corrosiva acción del abandono y el olvido, que Pablo Milanés. El tiempo, el implacable, obra emblemática, fue compuesta por el trovador cuando recién salía de la adolescencia, cuando el tiempo aún no existe o es pura promesa. Y desde entonces esa honda y dolorosa melancolía no ha abandonado jamás su obra. Ni siquiera en su composición amorosa quizá más exultante, Yolanda, Milanés se libra de la amenaza del olvido y el fracaso, las dos caras terribles de esa condena: "Si alguna vez me siento derrotado, renuncio a ver el sol cada mañana..." Una indeleble notificación interior comunica a Yolanda con lo que parece inevitable consumación del amor, Para vivir: "...y ahora tratar de conquistar, con vano afán, ese tiempo perdido, que nos deja vencidos, sin poder conocer eso que llaman amor, para vivir".

Sus últimas obras —entre las cuales sobresale una joya de hondura y concreción inigualables, Los días de gloria—, parecen llegar ya al final del sendero y rinden balance: "¿Qué es lo me queda de aquella mañana, de esos dulces años? Si en ira y desgano los días de gloria los dejamos ir..." El poema pareciera remitido al universo de la infancia, como en Años o Cuánto gané, cuánto perdí, esa otra extraordinaria composición de Pablo Milanés en la que el tiempo se desgrana entre los dedos de los recuerdos primeros: "¿Dónde andarán los amigos de ayer?"Seguramente lejos de la calle, lejos del barrio, lejos de la patria. Pero una confesión sitúa el tema del tiempo, del abandono, del olvido y del fracaso, entre dos instancias terribles: la ira y el desgano. El sujeto se hace testimonio de su pueblo. ¿La ira de quién? ¿La ira ante quién? ¿La ira por quién?

Uno de sus grandes amigos, el español Joaquín Sabina, compondría una balada liviana y desenfada, con un coqueto toque de surrealismo, llamada ¿Quién me ha robado el mes de abril? Milanés no se conforma con una queja menor, llena de guiños de complicidad con una audiencia que renunció al cuestionamiento, y reclama algo muchísimo más profundo y conmovedor: los perdidos, extraviados, violados, malversados, aplastados y reprimidos días de gloria. Aquellos días de gloria en los que el amor dejaba de ser asunto individual para convertirse en encuentro trascendente de todo un pueblo: "Los días de glorias cerraban esperas, abrían ventanas donde iban entrando dolores de antaño, hacia el porvenir". ¿Quién nos robó esos días de gloria? Los dolores de antaño han quedado anclados para siempre, encadenados a un futuro sin ventanas.

Pero qué pena: de la ira al desgano. Es el breve espacio que media entre la rebelión y el sometimiento, entre la alegría y la tristeza. Entre lo verdadero y lo falso. Entre la certidumbre y la impostura. Entre la esperanza y el fracaso. ¿Cómo vivir el tiempo que nos queda si los días de gloria se nos han convertido en días de infamia?

El tiempo, el implacable, el que vendrá. Aún esperan por nosotros los futuros días de gloria. Ojalá Pablo Milanés abra ventanas y pueda contribuir a ellos. Será su propia vindicación.


Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Una seductora coctelera
DENNYS MATOS, Madrid
'Polo Montañez, guajiro natural'
CARLOS OLIVARES BARó, México D. F.
Queridos dúos
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Adiós con 'Lágrimas negras'
ARSENIO RODRíGUEZ, Barcelona
Mucho salero, pero poco sabor
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Generoso, qué bueno toca usted
CARLOS OLIVARES BARó, México D. F.
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
semblanzas
dulce cantar
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Niño
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Animales
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.