75 años de la Estudiantina Invasora
Una orquesta única en su tipo, capaz de interpretar casi cualquier género, celebra su cumpleaños vestida de gloria.
por MICHEL SUáREZ, Valencia	Parte 1 / 2

Estudiantina Invasora

Asomarse a las ventanas de la Casa de la Trova en Santiago de Cuba, a mediodía, es garantía de un encuentro casi seguro con una agrupación única en su tipo, portadora de una raigal tradición musical nacida en los primeros años de la República.

Aguzando el oído, aún antes de llegar a la populosa esquina de San Félix y Heredia, se reconocen los primeros acordes. Suena totalmente diferente a cualquier otro formato conocido; mantiene una cadencia acompasada que invita a la levitación. Es la Estudiantina Invasora, el peculiar ensemble santiaguero que acaba de celebrar su 75 cumpleaños.

La fiesta ha tenido lugar, primero, en su natal ciudad, y luego en el Encuentro Nacional de Septetos, celebrado recientemente en La Habana. Todos enmudecen al romper el sonido, y su fundador, Roberto Nápoles, de 90 años, recuerda su aparición como si fuese el primer día: "Los que formaron la Estudiantina Invasora eran dos hermanos mellizos, Manuel y Luis Valera. El primero estaba enamorado de una hermana mía y siempre iba a mi casa. Me embulló para integrar el grupo en 1927, y estuve allí hasta el año 1930". Nápoles ha sido un eterno caminante en la música cubana. Después de tres años con la Estudiantina se fue a tocar con el inolvidable Mariano Mercerón, más tarde con Chepín Chovén y hasta con Pérez Prado... aunque un día volvería a sus orígenes.

El actual director de la Estudiantina Invasora, el conocido trompetista Inaudis Paisán, no estuvo entre sus creadores, pero su sagacidad investigativa le ha hecho indagar en éste y otros acontecimientos relacionados con la música popular cubana. Dice, complaciente, que la estructura original estaba integrada por dos guitarras, dos tres, timbal, güiro, contrabajo y trompeta (verdaderamente variopinta). En estos momentos la diferencia es mínima: hace algún tiempo se han quedado con un solo tres.

Sones, boleros, guajiras, merengues, afro, guaguancó, contradanzas y danzones forman parte del repertorio de la Estudiantina Invasora, surgida el 24 de febrero de 1927, y a cuya larga historia están unidas figuras de la música del oriente de Cuba. Difícilmente podría encontrarse hoy una agrupación capaz de interpretar tal variedad de géneros, lo cual, indudablemente, acentúa su peculiaridad desde el punto de vista sonoro y formal.

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