Los bereberes fueron los primeros pobladores de Argelia. Hoy constituyen una tercera parte de la población de este país de 27 millones de habitantes, el más extenso de la vertiente mediterránea de África. En las últimas semanas, los bereberes han saltado a los primeros planos de los medios informativos por las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que, súbitamente, han agitado la región de la Cabilia (a 100 kilómetros al oriente de Argel), donde se concentra la mayor parte de los miembros de esta etnia. Las manifestaciones callejeras están prohibidas en Argelia en virtud del estado de emergencia decretado, en 1992, por los militares (quienes impidieron formar gobierno al Frente Islámico de Salvación, ganador de las elecciones de ese año), pero la fuerza pública no ha podido impedir que los bereberes hayan protagonizado los primeros estallidos de rebeldía contra el Gobierno de Abdelaziz Buteflika, un gobernante electo por el voto popular pero que, rendido a los militares, ha incumplido su promesa de acabar con el terrorismo fundamentalista y su homólogo castrense, restablecer la concordia social y destituir a los militares que se opusieran a ello.
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Argelia. Protestantes bereberes |
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El 18 de abril, Masinisa Guerma, joven estudiante bereber, muere estando detenido en una comisaría de Tizi Uzu, capital de la Cabilia. La muerte del joven es atribuida a los malos tratos propios de los métodos represivos practicados habitualmente por la gendarmería en la región. Este incidente es el detonador de una enorme carga de ira acumulada.
Centenares de miles de bereberes protestaron en las calles de Tizi Uzu el 22 de aquel mes; será la primera de una serie de concentraciones y marchas impresionantes que también tendrán como escenario la ciudad de Bujía y que serán atacadas con contundencia por los gendarmes. Según los informes oficiales, los muertos en los disturbios de la Cabilia ascienden a 51 y los heridos a 1.280, pero la prensa argelina independiente da cifras aún más sobrecogedoras.
Estas manifestaciones antigubernamentales, así como la huelga general que paraliza la ciudad de Tizi Uzu, han sido convocadas y organizadas fundamentalmente por los dirigentes de las tribus y las aldeas bereberes, las cuales han tenido el apoyo de los partidos locales Reagrupación por la Cultura y la Democracia y Frente de Fuerzas Socialistas, que forman parte de la oposición.