| Miedo a los medios |
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| A medida que la crisis venezolana se agrava, la guerra verbal de Hugo Chávez contra la prensa libre gana en intensidad. |
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| por YAMILA RODRíGUEZ EDUARTE, Caracas |
Parte 2 / 2 |
Frente a la televisora de noticias Globovisión —víctima de atentados chavistas en anteriores oportunidades— los afectos al Gobierno gritaron improperios y escribieron insultos en la fachada. La filial de Globovisión en Maracaibo corrió peor suerte. Los manifestantes entraron a la planta y destruyeron sus instalaciones y equipos.
El director de Globovisión, Alberto Federico Ravell, calificó el incidente como un "acto violento que busca amedrentar". "Sabíamos que el alto gobierno tramaba algo cuando en horas de la tarde confirmamos el retiro de las patrullas de la DISIP (policía política) que desde la semana pasada estaban apostadas a las puertas de los canales y periódicos", comentó.
El canal privado TVS, de la ciudad de Maracay —en el centro del país—, fue tomado a la fuerza por los chavistas. Pese a la intervención de las autoridades, los simpatizantes del Gobierno causaron cuantiosos daños en la planta.
En el momento que se producían los hechos vandálicos algunos dueños de medios de comunicación se hallaban reunidos con el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, quien conduce las negociaciones entre el gobierno y la oposición, con el fin de encontrar una salida electoral a la crisis venezolana.
Gaviria expresó su "honda preocupación" por las protestas y exigió al Gobierno acciones para poner alto a las agresiones. "Quiero expresar mi más enérgica condena a tales actos, que ponen en riesgo la libertad de expresión en Venezuela", afirmó.
El Gobierno hizo caso omiso. En un comunicado expresó que "miles de venezolanos se agolparon a las puertas de Radio Caracas Televisión y Globovisión en protesta ante la actitud golpista, la censura y la campaña de terrorismo a la que están sumados los medios de Venezuela".
Para muchos venezolanos esta demostración de fuerza de las autoridades es un síntoma de debilidad. Recurrir a la intimidación es señal de que a Chávez no le quedan muchas cartas en la manga, excepto la violencia. La sociedad civil no se deja amedrentar, como quedó demostrado en la contundente marcha de solidaridad con los periodistas realizada la pasada semana, en Caracas. Parece que a Chávez le va a costar mucho trabajo convertir a El Nacional en Granma. O a Globovisión en Cubavisión.
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