Viernes, 10 agosto 2001 Año II. Edición 180 IMAGENES PORTADA
Internacional
Dialogar con la pared

El comunismo norcoreano ya puede celebrar otra de sus 'conquistas': cerca de tres millones de personas han muerto de hambre en los últimos cinco años
por ARMANDO AñEL  

"El secretario de Estado Colin Powell aseguró que EE.UU dialogará con Corea del Norte sin poner condiciones previas", declaró el pasado viernes un portavoz oficial surcoreano. Según la agencia EFE, el político estadounidense habría revelado a Kim Dae Jung el claro mensaje enviado a su homólogo Kim Jong Il: USA no quiere buscarse enemigos. A su vez, el presidente de Corea del Sur pidió a los norteamericanos que continúen su diálogo con el régimen comunista, ya que, a su modo de ver, Pyonyang desea mejorar sus relaciones con Washington.

Kim Jong Il y V. Putin
Junto a V. Putin. Kim Jong Il. Sólo 3 viajes
al extranjero durante su mandato

Pues parece que sí. Desde 1995 a la fecha, el Gobierno norcoreano se ha visto beneficiado por sucesivos paquetes de ayuda humanitaria estadounidense, a raíz de que la administración Clinton, junto a países como Japón y la propia Corea del Sur, respondiera al SOS enviado por las autoridades comunistas –que una vez más justificaron las penurias económicas con el viejo pretexto de las catástrofes naturales–, lo que ha convertido a esa nación asiática en el Estado que más auxilio internacional recibe en todo el mundo. Es como si el régimen de Kim Jong Il se viera obligado a plantear un ajedrez a lo Nimzovitch (a jugar una de esas partidas en que las piezas se deslizan interminablemente sobre el tablero, con la mira puesta en el escaque que le reportará otra minúscula ventaja), en una época en que la presidencia republicana pudiera poner en peligro la estabilidad interna del país, es decir, la continuidad de la asistencia norteamericana.

Hace ya más de un año que las dos Coreas se sentaron a conversar. Este era uno de los requisitos impuestos por EEUU y otras naciones industrializadas –además del de la apertura interna y el apaciguamiento de las tensiones– para hacerle llegar ayuda al régimen norcoreano. Sin embargo, nada ha cambiado bajo la dictadura del hijo de Kim Il Sung. Corea del Norte continúa siendo un país atrapado entre el culto a la personalidad y la intransigencia gubernamental, donde aquellos que intentan escapar pueden recibir condenas que oscilan entre los siete años de cárcel y la pena máxima, en el que han muerto de hambre más de dos millones de personas desde 1995 a la fecha, que destina la cuarta parte de la riqueza nacional al ejército y la "defensa" nuclear. Precisamente, este último detalle pudiera explicar la ambigua posición de USA y la UE: ¿Kim Jong Il se habrá puesto a pescar con el anzuelo del chantaje atómico? De cualquier manera, la posición de varias ONG que como Médicos sin Fronteras y Acción Contra el Hambre han denunciado a las autoridades comunistas –los alimentos no llegan a los sectores más vulnerables de la ciudadanía, sino que son entregados por el Estado a sus incondicionales–, no ha sido secundada por las agencias de la ONU y las ONG norteamericanas, quienes siguen brindando asistencia sin controlar el verdadero destino de esa ayuda, aun cuando el régimen, explícitamente, les impide supervisar la situación, incluso la de la población infantil.

Quien dialoga con la pared podrá poner a prueba su paciencia o su sentido común, nunca su ética: ésta no ha hecho acto de presencia. El silencio mediático que desde hace tanto tiempo diluye la tragedia real del pueblo norcoreano, guarda cierta correspondencia con el trato condescendiente de que ha sido objeto su Gobierno por parte de la comunidad internacional. "Se trata de una sociedad donde el concepto de libertad no sólo no existe, sino que ni siquiera se comprende", ha llegado a afirmar un cooperante belga, miembro de una de las seis organizaciones no gubernamentales respaldadas por la Comisión Europea. Aceptémoslo entonces: probablemente se comprenda cuando se le deje de brindar crédito –directo o indirecto, moral o material– a los responsables de imponer, sistematizar e institucionalizar el totalitarismo.


Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Diálogo transiberiano
LUIS MANUEL GARCíA
Ángeles y otros delitos 'menores'
ARMANDO AñEL
Tíbet: una región nada autónoma
MANUEL DíAZ MARTíNEZ
Una guerra perdida de antemano
ARMANDO AñEL
Angola en la desmemoria
LUIS MANUEL GARCíA
Indonesia mueve fichas
MANUEL DíAZ MARTíNEZ
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
la lupa
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
COLUMNISTAS
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Galería
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Jurassic Park 3
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.