El pianista Herbie Hancock (ganador de ocho premios Grammy) se ha enganchado al carro de la música cubana y, especialmente, al del pianista Chucho Valdés. Por segunda vez en tres meses, el jazzista norteamericano ha viajado a La Habana para tocar a cuatro manos con Chucho en un concierto que tuvo como escenario el teatro Amadeo Roldán del habanero barrio de El Vedado.

El creador de piezas imprescindibles de jazz como Watermelon man se versionó a sí mismo en compañía de Chucho que también demostró sus magníficas dotes para el género. Ambos habían tocado juntos en el mismo teatro en diciembre pasado, durante la gala inaugural del Festival Internacional de Jazz de La Habana y fue tan bueno que los dos pianistas decidieron repetir la experiencia aprovechando el Festival ¡Caliente!, que se celebró esta semana en la capital cubana.

Chucho tocó sólo el danzón Lindas cubanas, su balada Nanú y el Son en Do menor. Hancock hizo lo propio con su Watermelon man y su no menos conocido Round midnight, para acabar juntos interpretando clásicos del jazz en dos pianos de cola. Herbie, quien se ha declarado admirador incondicional de la música y de los músicos cubanos después de sus dos viajes a la Isla, no se quiso ir de La Habana sin ofrecer, el domingo, una descarga con percusionistas cubanos de primera línea.

La cinta Cuba feliz, filme francés presentado en el II Festival Nacional de Documentales Santiago Alvarez In Memoriam, que se desarrolla en la ciudad de Santiago de Cuba, se vale de las bondades del documental y la ficción para recrear, en un viaje de Occidente a Oriente, la vida de un grupo de trovadores de La Habana, Trinidad, Camagüey, Guantánamo y Santiago de Cuba, donde se rodó el material en 1999.

Los protagonistas son músicos cubanos: Miguel del Morales que interpreta a El Gallo, los trompetistas Inaudis Paizan y Pepín Vaillant, el guitarrista Alejandro Almenares y Cándido Fabré.

La película intenta, además, reconocer a los jóvenes que mantienen vivas las melodías de la trova tradicional entre los que se encuentra el bajista Armando Machado y Gilberto Méndez, integrante del Cuarteto Patria, quien tiene el mérito de haber recuperado el difícil arte de fabricar guitarras.

La banda sonora del filme incluye canciones como Lágrimas negras, de Miguel Matamoros y Dos gardenias, de Isolina Carrillo.

En Cuba feliz se demuestra, una vez más, que la música es el lenguaje universal que une a los hombres y rompe las barreras idiomáticas para estimular la espiritualidad humana.

Este material ya se presentó en un certamen en Cannes y forma parte de la muestra que se ofrece en el Festival de Cine Francés que tiene por sede a la capital cubana.

La escritora y pedagoga Rafaela Chacón Nardi, considerada una de las grandes poetisas cubanas de la segunda mitad del siglo XX, murió víctima del cáncer, la semana pasada en La Habana.

Nacida el 24 de febrero de 1926, Rafaela fue comparada por Nicolás Guillén con Gertrudis Gómez de Avellaneda y María Zambrano.

Gran parte de la obra de Chacón Nardi, estuvo dedicada a los niños a quienes dedicó excelentes páginas de lectura. Trabajó también como periodista e investigadora.

Era asidua colaboradora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Su poesía se caracterizaba por el color y la alegría porque creía en la vida, en las facultades fundamentales del ser cubano y en sus signos de identidad nacional. Su primer poemario Viaje al sueño, publicado en 1948, hizo decir a Nicolás Guillen: “Además de lirio y nardo y bronce, además de tallo y flecha y vara florida, decid que es una voz de niña recién cortada, húmeda todavía del rocío madrugador; una voz de llanto y música, que son las grandes sustancias de que están hechos los poetas”. Sobre la misma obra, la chilena Gabriela Mistral, galardonada con el Nobel de Literatura en 1945, destaco: “Su libro es el mejor de poemas femeninos que me ha llegado en años. Su calidad y su feminidad me han prendido de él”.

Los destacados músicos norteamericanos Herbie Hancock, Harvey Mason (baterista), el disc jockey Jeff Mills y el grupo de flamenco Mártires del Compás, de España, entre otras figuras, se encontraron en ¡Caliente!, un festival internacional de música que tuvo lugar en La Habana este fin de semana y que se realiza desde hace siete años en Suiza, bajo el auspicio de la compañía Sound Manager.

El plato fuerte del evento fue el concierto de Chucho Valdés y Herbie Hancock, que comentamos en la primera nota, pero también tuvo otros buenos momentos en sus diferentes sedes: el Teatro Amadeo Roldán, la Casa de la Música EGREM, la Discoteca del Hotel Comodoro, La Zorra y el Cuervo, y el Hotel Habana Libre. Durante los cuatro días del festival tocaron en La Habana el guitarrista Vic Verget (ex Toad), el grupo Magic Dancers y los disc jockeys Minus 8, Vitamin S, de Suiza y Diego Peña, de Colombia.

La representación cubana estuvo a cargo de Los Van Van, Chucho Valdés y su Cuarteto e Irakere, Elito Revé y su Charangón, Issac Delgado y su grupo, NG La Banda, Adalberto Álvarez y su Son, Paulo FG y su Élite, Carlos Manuel y su Clan, Manolito Simonet y su Trabuco, Afrocuban All Stars, Buenavista Social Club, Los Muñequitos de Matanzas y Síntesis.