No hay que tomar en serio la frivolidad con que el narrador cubano Alejandro Armengol, autor de La galería invisible, habla de sí mismo y de su obra. Esa apariencia light es una máscara, pues las preocupaciones que demuestra su trabajo denotan una gravedad sorprendente. Su prosa esquiva los temas y tonos entronizados en las tendencias literarias al uso en su tiempo y en su ámbito geo-cultural (el Miami de los cubanos).
|
|
|
Termino Editorial,
Cincinnati, Ohio. 2000 |
|
Al descartar deliberadamente el folklorismo y la mitomanía que implican la nostalgia de lo nacional como referente existencial, se salva de las trampas del yo, con sus preocupaciones y vértigos subjetivamente limitados.
A pesar de las consecuencias intelectuales que se derivan de la obra, no hay en La galería invisible subordinación de lo específicamente literario a la reflexión filosófica o a doctrina alguna, puesto que, formalmente, los relatos se ajustan a la definición más unívoca y arcaica del género, es decir, literalmente, narran.
Aunque intrahistóricos, los paisajes opresivos de la humanidad futura que Armengol nos ofrece tienen un tinte escatológico. En ellos oímos las voces desoladas de seres que, desde el futuro, nos alertan contra el absurdo existencial de sus vidas sin conflictos.
El verdadero y único antagonista de estos relatos es el taedium vitae. La preocupación más acuciante en estas páginas es, sin duda, el hastío a que conduciría un estilo de vida completamente artificializado, predecible, donde todo está programado, donde la regla de probabilidades ha agotado todas sus variantes experimentales.
En este sentido el libro, en su conjunto, puede verse como una antiutopía, situada no en lugar alguno, sino en el futuro, a partir de una línea de especulación que se construye llevando al extremo absoluto y absurdo algunas de las tendencias que ya encontramos en nuestra realidad y que han comenzado a afectar las formas de convivencia social y hasta nuestra vida íntima.
Nos sorprenden y nos perturban los cuentos donde las problemáticas apuntan al porvenir del hombre.