| Vladimiro Roca: Del diálogo a la reconciliación |
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| 'Ningún pueblo se resigna a que lo maten de hambre', afirma el coautor de 'La patria es de todos'. |
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| por JAIME CARDOSO PERES, Lisboa |
Parte 4 / 4 |
¿Qué considera que está bien, y qué mal, en Cuba?
Bien, diría que muy poco. Algunos de los logros de la revolución, que el Gobierno cita (salud, educación, seguridad, deporte) ya resultan dudosos. Fueron éxitos que se han ido perdiendo por la ineficiencia económica del sistema.
Mal, casi todo. La economía está mal, las tensiones sociales aumentan fruto del deterioro de esa misma economía. En el terreno político, lo mismo. El partido único ha demostrado que resulta ineficiente: no da respuesta a las necesidades de la sociedad. Y es necesario desarrollar el país para salir de la monoproducción y la monoimportación, como sucedía antes de la revolución y como ha sido durante los 43 años de revolución, pero ahora cada vez con menos productividad a pesar de todo el apoyo que Cuba recibió del bloque socialista.
En el campo deportivo fue donde hubo un gran desarrollo con la revolución y fueron formados deportistas de alto rendimiento. Ahora bien, el Gobierno dice que estos deportistas no son profesionales, pero en realidad lo son, pues se ganan la vida haciendo deporte. Son los profesionales peor pagados del mundo y por eso algunos no quieren permanecer en el país o es bajo su nivel en las competencias. Por ejemplo, recientemente casi todo el equipo de voleibol masculino decidió no regresar a Cuba después de una competencia en Italia.
Háblenos de la situación social de la Isla.
Existen cuatro "clases", lo que conduce a tres divisiones. La primera es la división entre el pueblo (que yo denomino los cubanos de a pie) y la clase dirigente. Los que trabajan para el Estado ganan en pesos cubanos, y por eso tienen que andar a pie. La clase dirigente tiene una serie de privilegios, como los autos. En la segunda división se encuentran los que trabajan en el turismo o en empresas extranjeras, que reciben parte de su salario en dólares, lo que les da acceso a un mercado de productos mayor que el existente en moneda nacional (a pesar de todo, los productos en el mercado en dólares tienen precios elevados y una baja calidad). La tercera división es la de los cubanos que reciben remesas de los familiares que trabajan en el extranjero.
¿Cómo vislumbra el futuro?
Pienso que los cambios van a comenzar con Fidel Castro vivo y en el Gobierno. Marx decía que la sociedad que no produce, o lo hace con ineficiencia, desaparece, y si esto continúa así vamos a desaparecer: producimos poco y con una enorme falta de eficiencia. Pero ningún pueblo se resigna a que lo maten de hambre.
¿Quién podrá sustituir a Castro después de su desaparición física?
Pienso que cualquier miembro del Gobierno es mejor que Fidel Castro. En relación a su sucesión, como él mismo dijo una vez en Nueva York —creo que en una conferencia de la ONU cuando le preguntaron quién sería su sucesor—, "los muertos no hablan".
¿Cuál sería su mensaje a los que están fuera de Cuba?
Que todos los pueblos del mundo deben promover la paz, el amor, el diálogo y la negociación para la solución de los conflictos. Se debe alcanzar la justicia y solidaridad entre los pueblos.
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