| La ilusión mercantil |
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| Con una economía devastada y debiéndole a las once mil vírgenes, La Habana se lo juega todo al levantamiento del embargo. |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ, Miami |
Parte 3 / 3 |
Con un panorama tan sombrío, muchos se preguntan de dónde proviene el dinero para el frenesí de compras de la feria recién concluida. Legisladores estadounidenses partidarios del embargo han solicitado, incluso, una investigación en el Congreso, pues sospechan que algunas firmas estadounidenses han burlado la ley del embargo financiando ellas mismas la maniobra mercantil cubana.
La Habana asegura que las operaciones comerciales con las firmas de Estados Unidos se hacen a través de bancos de terceros países, como Francia. Este año ese país europeo, al igual que España, Canadá, e Italia, frenaron garantías comerciales a corto plazo a Cuba debido a la demora en los pagos.
La semana pasada, fuentes empresariales indicaron que Cuba no está cumpliendo su parte en el acuerdo de reestructuración de 400 millones de dólares firmado este año con México. El pacto suscrito con Bancomext, un banco de comercio exterior gubernamental de ese país, no ha sido respetado.
"Primero cancelaron unilateralmente garantías de deuda que nos tomó años negociar. Después, incumplieron un pago de millones de dólares en junio sin ni siquiera dar una explicación", declaró a la prensa una fuente cercana a Bancomext.
Además, el Banco Central cubano dijo a acreedores japoneses privados que un acuerdo de reestructuración de deuda por 750 millones de dólares tiene que reprogramarse. Cuba le debe a Japón cerca del 20 por ciento del monto total de su deuda externa.
"Nos dijeron que los alimentos, el combustible y la reparación de casas están primero, y que no hay manera de que puedan realizar los pagos programados para el año próximo", dijo una fuente empresarial japonesa.
La deuda de los países latinoamericanos se ha duplicado desde 1990 y éstos han estado financiando la marcha de sus economías con dinero de instituciones crediticias multilaterales. Cuba no es miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI) ni de ninguna institución crediticia multilateral, y depende de financiamiento a mediano y corto plazo para importar productos básicos.
Los últimos incumplimientos de pago han hecho que la agencia calificadora Moody’s haya aumentado el ya alto estatus de riesgo que le concede a Cuba hasta la categoría de Caa1, entre las peores que otorga.
Compañías financieras y gerentes de bancos reconocen que la Isla es morosa en materia de pagar lo que debe, pero dicen que aun así sus negocios con Cuba son lucrativos. "Un 20 por ciento de intereses es difícil de superar, incluso si se demoran en los pagos", afirmó el representante de un banco comercial latinoamericano.
Cifras del Banco Central cubano respaldan el sarcástico comentario: el pago anual de intereses a entidades extranjeras y por operaciones con empresas mixtas fue de cerca de 600 millones de dólares en 2001.
La deuda externa cubana es de 11.000 millones de dólares —en buena medida un resultado de la "eficiente" economía socialista— y cualquiera que sea el gobierno que suceda a Castro, heredará también ese nefasto fardo.
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