Cuesta abajo |
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Si a fines de 1995 existían más de 200.000 trabajadores por cuenta propia en la Isla, al concluir 2001 sólo quedaban unos 150.000 en activo. |
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por OSCAR ESPINOSA CHEPE, La Habana |
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La disminución de los cuentapropistas continúa en la Isla. Lo afirman las cifras publicadas en el Anuario Estadístico de 2001, donde se muestra la ejecución del Presupuesto Nacional el pasado año.
Según las cifras, la contribución de los trabajadores por cuenta propia a los ingresos totales del presupuesto fue de 123,4 millones de pesos, un 40% de disminución con respecto al aporte realizado en 1997, siguiendo la tendencia a la pérdida de su importancia respecto a los ingresos totales del presupuesto.
Estos datos confirman la caída en el número de cuentapropistas. Si a fines de 1995 poseían licencias 208.500 personas (sin incluir a los arrendadores de viviendas y otras actividades aprobadas con posterioridad), al concluir 2001 sólo quedaban 153.800 trabajadores por cuenta propia, comprendidas todas las categorías, de acuerdo con informaciones publicadas por el Banco Central de Cuba.
Contribución de los trabajadores por cuenta propia al presupuesto nacional |
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1997 |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
Valor aportado (millones de pesos) |
205,7 |
173,3 |
155,7 |
135,4 |
123,4 |
Por ciento en relación con los ingresos totales del Presupuesto |
2,4 |
1,9 |
1,5 |
1,2 |
1,1 |
Fuente: Anuario Estadístico de Cuba de 2001, y cálculos del autor |
El descenso de los cuentapropistas, así como el de su importancia económica, responde a la política de asfixia llevada a cabo por el Gobierno mediante la constante elevación de los impuestos, la aplicación de astronómicas multas, el retiro de licencias con el menor pretexto, la no entrega de nuevos permisos en muchos oficios y la creación de restricciones y prohibiciones en un clima de total inseguridad para estos trabajadores.
El proceder gubernamental se enmarca en una ofensiva para llevar el trabajo independiente a niveles insignificantes. Muestra de ello es también la recientemente aprobada Ley de Cooperativas Agrícolas, que tiene por objetivo acrecentar el control sobre los cooperativistas y los campesinos privados que aún sobreviven en la Isla. El Estado totalitario ha tenido como principal prioridad, durante más de cuatro decenios, la reducción del trabajo independiente, libre de tutelaje, para ejercer absoluto control sobre la vida económica del país y, consecuentemente, sobre sus ciudadanos.
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