Viernes, 24 enero 2003 Año IV. Edición 541 IMAGENES PORTADA
ECOLOGÍA
cubaeco
ARQUITECTURA
HUMOR
CONVOCATORIA
Prensa
Revista
Revista Encuentro
Envia...
Suscríbete...
Ecología
El Des-Prestige

El impacto ambiental, económico y humano del naufragio del Prestige frente a las costas gallegas recién comienza a valorarse, pero sin dudas será demoledor.
por EUDEL CEPERO, Miami  
Galicia
Puerto de Aguino, Galicia. El indeclinable desafío del fuel

A unos 2300 metros de profundidad y 245 kilómetros de la costa gallega yace el barco petrolero Prestige sin que se sepa la cantidad exacta —inicialmente unas 70 000 toneladas— del sulfuroso fuel-oil que aún queda en sus tanques.

Mientras, cientos de kilómetros de costas desde Playa de Espiñeirido, al norte de Pontevedra, hasta Cabo Prior, al oeste de Ferrol en Galicia, se han teñido y reteñido de negro. Para peor, importantes zonas costeras y reservas naturales han recibido el tóxico y aceitado barniz proveniente del Prestige. Las sobrecogedoras imágenes de las playas, rías y hasta de los paseos costeros de Galicia no dejan lugar a dudas del efecto de las oleadas negras, que se han repetido a pesar de pronósticos del tiempo, estudios de mareas, vientos y vendavales.

El impacto ambiental, económico y humano de esta nueva catástrofe ecológica recién comienza a valorarse, pero desgraciadamente todo indica a que se está en presencia de un desastre de gran magnitud. Por lo pronto, aves marinas al borde de la extinción, como el Arao dos cons, o especies comerciales de gran importancia económica como los crustáceos, vívalos (berberecho, almejas, ostras, etcétera) y el pulpo, entre otras, han sido fuertemente afectadas al destruirse su habitad. Asombra pensar que el hundimiento pudo iniciarse cuando uno o varios troncos de 17 metros de largo por entre 30-50 centímetros de ancho, flotando a la deriva en un mar embravecido, aparentemente golpearon el casco del Prestige.

Precisamente porque el Prestige era un barco monocasco ocurrió el accidente. Se agrietó su estructura y comenzó el derrame, reportado por primera vez el 13 de noviembre pasado. Ante esta situación, las autoridades españolas decidieron alejarlo lo más posible de las costas a pesar de que ello implicaba ir regando fuel, y de que existía el riesgo de que el boquete en el casco se incrementara hasta el punto de que la nave se partiera en dos, lo cual finalmente ocurrió tras seis días de agónica travesía.

La polémica no se ha hecho esperar. Los buques monocasco, como el Prestige, son considerados barcos-basura, y mientras Estados Unidos sólo permite a embarcaciones de doble casco navegar sus aguas nacionales —luego de la terrible experiencia del Exxon Valdez frente a las costas de Alaska, en 1989— no ocurre lo mismo en la Unión Europea. Ello a pesar de varios accidentes, entre los cuales se cuentan el derrame de 2000 toneladas de petróleo frente a Portugal en 1994, provenientes del petrolero panameño Cercal, y el hundimiento del tanquero maltés Erica frente al litoral francés, con 25.000 toneladas de hidrocarburos en 1999.

La decisión de alejar el barco mar afuera ha sido muy cuestionada por quienes consideran que hubiese sido más prudente traerlo a puerto, cercarlo con barreras flotantes y extraer el fuel de sus tanques, concentrando el desastre a un tramo de costa mucho más pequeño que el actual.

Otra polémica tiene como centro el complicado embrollo legal que implican las llamadas "banderas de conveniencia", que en el caso del Prestige permitieron que tuviera un armador griego, navegara bajo bandera de Bahamas y trasportara combustible desde Letonia, aparentemente rumbo a Gibraltar con una tripulación multinacional.

Además, posteriormente se supo que la nave había sido reportada en dos oportunidades durante 1999, en Nueva York y Rótterdam, por incumplir normas de seguridad.

A este cóctel deben unirse las denuncias por la falta de preparación de las autoridades españolas: demora en la toma de decisiones, contradicciones en la evaluación de la magnitud del vertimiento entre España y Portugal, y hasta la versión de que el presidente de la Junta de Galicia y algunos ministros, incluido el de Medio Ambiente, estaban de caza mientras transcurrían las horas críticas del accidente.

La realidad es que el cincuenta por ciento de la flota mundial de tanqueros tiene más de quince años, aproximadamente el sesenta por ciento está formado por barcos monocasco y, para colmo, durante la última década el planeta ha sufrido cada año, como promedio, un desastre petrolero.

Es obvio que Naciones Unidas y su sistema de organizaciones ambientales, la Organización Marítima Mundial, la Unión Europea y, sobre todo, los Estados cuyas economías dependen en gran medida del turismo de sol y playa, así como de la pesca, deben tomar cartas en el asunto. A este ritmo y con las actuales regulaciones, en cualquier momento tendrá lugar otro derrame de iguales o mayores proporciones.


Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

La Brigada Invasora Che Guevara
EC, Miami
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.