Jueves, 23 enero 2003 Año IV. Edición 540 IMAGENES PORTADA
Rapidísimas
Truculencias y expectativas

Nueve pitchers cubanos reportan en la pretemporada de Grandes Ligas. En la Serie Nacional de Béisbol de la Isla, la cosa va de mal en peor.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami  
Lanzador Rolando Arrojo
Lanzador Rolando Arrojo

Los lanzadores Orlando El Duque Hernández y José Ariel Contreras encabezan la lista de 9 pitchers cubanos que el próximo15 de febrero reportarán a diferentes campos de entrenamiento, con el propósito de obtener puestos en sus equipos respectivos para la temporada de Grandes Ligas que comenzará en la primera semana de abril. Sin decidirse aún la posibilidad de que Hernández vaya a otra novena, lo más probable es que permanezca en el roster de los Mulos, debido a su experiencia como abridor o relevista y por la ayuda que podría aportar a su compatriota Contreras, con sus consejos y una maestría lograda durante 5 años en el béisbol elite, en las 10 contiendas en Cuba y en numerosos eventos internacionales. Ganador de 8 juegos con 5 derrotas y promedio de 3,64 en 146 innings en 2002 —muy pocos para un tirador de apertura—, no estuvo a plena capacidad debido a viejas y nuevas dolencias. El Duque se prepara convenientemente en Miami, donde realiza una preparación físico-técnica adecuada, que comienza a las 7 de la mañana durante 6 días a la semana. Con relación al flemático Contreras, el lanzador novato que más dinero y publicidad ha recibido en toda la historia del Big Show, también se acondiciona diariamente y tendrá que mostrar sus facultades, que le merecieron la extraordinaria suma de 32 millones de dólares por 4 años. El vueltabajero está obligado a superar varios escollos antes del comienzo de la campaña. Tendrá que vencer en los juegos de la Liga de la Toronja, previos a la contienda, y convencer al alto mando de los multicampeones de que sus facultades son apropiadas para este tipo de béisbol: ser capaz de desplazar a por lo menos 2 ó 3 pitchers de categoría para obtener un lugar entre 5 abridores; pero también le rondan las dificultades que acompañan a un debutante —por muy millonario que sea—, como son el no dominar el idioma inglés, el modo de vida diferente, los vocablos que se emiten en fracciones de segundos en los juegos de pelota, y dejar atrás las preocupaciones por su separación indefinida de familiares y allegados. Otros cubanos que aspiran a reafirmar su clase son Dannys Báez, Liván Hernández y Rolando Arrojo. Báez en su primera tentativa estelar en la justa pasada se lució con el Cleveland, conjunto con el que ganó 10 y perdió 11, en 165 episodios, dando muestras de que tiene condiciones sobradas para permanecer en ese rol, en tanto el hermano del Duque intentará mejorar sus 12 victorias con 16 fracasos y permitir un número menor de hits y carreras por juegos, elementos que le complicaron la existencia el año precedente. Arrojo, de gran utilidad para los Medias Rojas por su versatilidad como relevista, cerrador y abridor, trabaja desde hace un mes para que su brazo le responda, ya que el Boston sufre penurias en su staff de serpentineros. Vladimir Núñez, el habanero que trabaja para los Marlins, irá a una campaña definitoria, porque de amo y señor del noveno episodio no pudo con el rol asignado y le llevaron a tirar los tramos intermedios en un staff deficiente, como el de Los Peces. El zurdo Michael Tejera, del mismo elenco, estuvo por encima de los pronósticos y regresará aspirando a permanecer entre los 5 abridores. Edil Oropesa, el zurdo matancero, comisionado para actuar exclusivamente frente a bateadores de su mano por los monarcas de 2002, seguramente buscará otra oportunidad en el mismo puesto, porque aunque ganó 2 y no perdió le sonaron de lo lindo: en 25,1 episodios le marcaron 10,30 de efectividad, con 39 indiscutibles. Lo mismo ocurrirá a Hansel Izquierdo, debutante que regresó a las Menores después de una corta actuación en los Marlins, y ahora con los Medias Rojas tendrá que superar deficiencias para permanecer en la Gran Carpa... Los numerosos cambios de fecha en los programas beisboleros han sido una constante en los últimos 12 meses en Cuba, lo cual desinformó a los fanáticos al extremo de que muchos no supieron a ciencia cierta cuántos torneos se discutieron ni con qué equipo estaban los peloteros de su preferencia. La Serie Nacional varió su calendario por la inclusión de varios topes inesperados en el transcurso de la lid, frente a un equipo mexicano en cotejos de ida y vuelta en 3 oportunidades y la intervención en la Copa Challenge, desarrollada en Canadá, torneos que nada aportaron debido a la pobre calidad de los contrarios. La tapa al pomo se la puso, por orden expresa de Fidel Castro, un juego entre peloteros del Este y el Oeste para que Jimmy Carter, en su visita a La Habana, observara en acción a los jugadores nativos. También se efectuó la Super Liga a grada vacía, porque los aficionados estaban "repletos" con los playoffs de la Serie Nacional. Un equipo criollo estuvo presente en la Copas de Las Américas e Intercontinental, y para rematar se obligó a los peloteros a tomar parte en la risible "Olimpíada Nacional", celebrada para contrarrestar y sabotear los Juegos Centroamericanos y del Caribe. En el intento de copiar en algo a las Grandes Ligas norteamericanas, los jugadores fueron sometidos a jugar entre 150 y 160 encuentros, algo similar a los 162 del Big Show, pero con la diferencia de que en las Mayores los atletas entrenan entre el 15 de febrero y el 30 de marzo para arrancar el día primero de abril y finalizar el 30 de septiembre. En la copia cubana se compitió 7 meses y el resto del tiempo lo dedicaron los peloteros a fuertes entrenamientos intercalados entre evento y evento. En el aspecto individual, sobresalió la falta de planificación con el tirador Maels Rodríguez, de notable actuación en los últimos 3 años, quien tuvo que lanzar de manera desmedida como abridor y relevista largo y corto, con más de ¡300 innings de actuación! Para que se tenga una idea de la barbaridad cometida con este pitcher de 22 años, el estelar Randy Johnnson trabajó 260 entradas —líder de ese departamento— en Grandes Ligas. Por supuesto, ni el brazo ni el organismo del Mael resistieron, y según partes médicos sufre de hernia discal, el mismo diagnóstico dado en la Isla a otros serpentineros en tiempos no lejanos. Rodríguez no pudo actuar en las finales del maratónico multicampeonato cubano. Sus envíos, que llegaron a alcanzar las 101 millas entre 1998 y 2000, quedaron por debajo. Ausencias destacadas y por ahora irremplazables son las de Omar Linares, Luis Ulacia, Germán Mesa, Orestes Kindelán y Antonio Pacheco, "jubilados" para cumplir contratos en Japón. Tampoco estarán Michel Abreu —puntero en jonrones en la serie pasada—, molesto por su no inclusión en los últimos equipos Cuba, ni los tres Lázaros, Vargas, Valle y de La Torre, Oscar Machado y José Ramón Riscart. La mayor pérdida, sin embargo, la tuvo la novena de Pinar del Río con la escapada de José Ariel Contreras, el mejor monticulista cubano de la actualidad...


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