| Béisbol: Lucha por la sucesión |
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| Se van Linares, Pacheco, Kindelán, Ulacia y Mesa, y sus puestos vacantes están en litigio. |
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| por ALBERTO ÁGUILA, Miami |
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La partida de cinco peloteros cubanos para insertarse en el béisbol japonés vino como una bendición del cielo a otros jugadores que durante años han estado a la espera del retiro de Omar Linares, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Luis Ulacia y Germán Mesa, para intentar ocupar sus puestos en el equipo nacional. Este grupo, o núcleo central, gozó de "puestos vitalicios" en la selección durante unos 15 años, y no sólo por su calidad indudable, sino porque la Seguridad del Estado —que decide quien viaja al exterior— le tenía como "muy confiable", y eso es tan importante o más para el Gobierno de la Isla que los resultados de las Series Nacionales. Pertenecer al equipo nacional de béisbol es un privilegio que requiere dedicación total al deporte y numerosos sacrificios personales, pero también incondicionalidad al régimen, como única oportunidad para obtener unos 300 dólares por evento, lograr una vivienda y la oportunidad de alcanzar un automóvil al momento del retiro. Por años, algunos de los citados peloteros padecieron lesiones durante meses y desaparecían como por arte de magia, "dados de alta médica" después ante la inminencia de una confrontación en el exterior, con el beneplácito de los entrenadores y sobre todo de los "segurosos", que sabían que estos experimentados atletas no abandonarían la selección en tierras extranjeras. En numerosas ocasiones algunos jugadores con altos promedios ofensivos o de pitcheo se ganaron puestos en la preselección nacional, y una vez allí lo hicieron mejor que los titulares, pero el día previo a la salida para un determinado certamen les comunicaban que "no estaban en el equipo". Al cabo de días o meses "conocían" que su exclusión se debía a que en "una oportunidad dijeron que les gustaba la pelota de Grandes Ligas", o por tener "un familiar en Estados Unidos". Existen casos recientes, como el del lanzador vetado "porque tuvo una novia que reside en Italia y pudiera ser captado por ella", según las alegaciones oficiales, o el del jardinero marginado por "tener un hermano campeón mundial en el boxeo profesional", y otras disquisiciones disparatadas y ridículas. Entre los candidatos a sustituir a El Niño Linares están Gabriel Pierre y Michel Enríquez, que indistintamente han sido suplentes del pinareño. Para calzar los spikes de Kindelán se barajan los nombres de Roberquis Vidaux, Ariel Borrero, Michel Abreu, Luis Felipe Rivera y Pedro Arozarena, mientras que por la posición de segunda base podrían optar Oscar Macías, Yobal Dueñas y Enrique Díaz, sin descartar a Alexander Ramos, Mario Vega o Yunieski Betancourt. Eduardo Paret hoy por hoy es uno de los jugadores mas completos del país y ya cumple el rol de Germán Mesa en el campo corto, pero detrás están Juan Carlos Moreno, Danel Castro y otros como Michel Enríquez, que podrían ser cambiados a esa posición. La vacante de Luis Ulacia en los jardines podría cubrirla el espirituano Frederic Cepeda, quien también batea a las dos manos, pero Kendry Morales, el novato del año o el champion bate Osmany Urrutia, también son candidatos, además de Orlis Luis Díaz, Luis Enrique Piloto, Vaisel Acosta, Amaury Casañas y Yasser Gómez, dueño de la pradera central. Durante el tiempo que "el grupo de los cinco" reinó en el equipo nacional, se desvanecieron algunas promesas como Andy Morales, Eduardo Cárdenas, Julio Germán Fernández, Juan Carlos Millán, Jorge Luis Toca, Roberto Colina, Laidel Chapellí, Juan Padilla, Daniel Lazo y Lázaro Junco. Unos optaron por el retiro, algunos perdieron facultades y otros tomaron la vía del exilio. En estos momentos, a nadie con sentido común se le ocurrirá pensar que los sustitutos de "el grupo de los cinco" serán los integrantes del equipo Cuba en 2018.
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