Viernes, 30 noviembre 2001 Año II. Edición 247 IMAGENES PORTADA
Rapidísimas
Implementos del más allá

Del bate de madera al de aluminio, de éste nuevamente a aquél y ahora al de bambú: cosas, casos y costos de la tecnocracia amateur.
por ALBERTO ÁGUILA  
Liván Hernández
Liván Hernández: 226,2 innings con
los Gigantes de San Francisco

La pelota Mizuno 150, de fabricación japonesa, fue la gran atracción de la pasada temporada beisbolera en Cuba, pero en la próxima toda la atención será para el bate de bambú, elemento de procedencia china que tiene "una durabilidad mayor y un costo menor", según se anunció por dirigentes del INDER en una reunión de aseguramiento para la contienda que se pondrá en marcha el día 6 de enero del año entrante. El bambú, una planta gramínea cuyo tallo leñoso puede alcanzar más de 20 metros, es oriundo del Asia y se utiliza en muchas de sus regiones para disímiles usos, en viviendas, muebles y hasta puentes; según los técnicos chinos en béisbol "el implemento utilizado como sustituto tiene un bote de un 15 o 20 por ciento superior al bate de madera". Esta aseveración pronostica por sí sola que nuevamente en la pelota nacional aflorarán falsos jonroneros y promedios elevadísimos, que contrastarán con los bajos averages y poca cantidad de batazos largos que encontraron su clímax en la Serie de 1999, donde se utilizó la pelota de fabricación cubana o "bola de trapo", como la calificaron los seguidores del béisbol en todo el país. Los peloteros tendrán que adaptarse a otro de los numerosos cambios; el bate de aluminio, introducido en 1976, trastocó las estadísticas de casi 100 años de béisbol en Cuba, y fue cambiado en 1999 por el de madera, que ahora cede el paso a este nuevo adminículo. Presumiblemente, para los lanzadores la tarea no será nada fácil, ya que si se observan los numeritos después del diluvio metálico se verá como sus promedios de efectividad se alteraron considerablemente, a la vez que proliferaron bateadores con mas de 400 de porcentaje y hasta hubo jonroneros que hicieron "palidecer" los guarismos del legendario Babe Ruth. La cita beisbolera cubana comenzará en el primer mes del año venidero y será la segunda vez que ello ocurrirá, ya que el 8 de enero de 1962 el "superpelotero en jefe" inauguró la primera serie, que representaba, según sus palabras, "un triunfo de la pelota libre sobre la esclava". El evento próximo, con un calendario de 90 juegos, se inaugurará en Santiago de Cuba, sede del equipo campeón del año 2000, y terminará el 21 de junio. Dos semanas después se pondrá en marcha un torneo élite con 4 conjuntos y la presencia de los 100 mejores jugadores del país, que jugarán un programa de 30 desafíos a desarrollarse íntegramente en el estadio del Cerro o Latinoamericano. Al parecer, las estrategias del toque de bola, el robo de base y toda la gama de jugadas del famoso "librito" irán a parar otra vez al baúl de los recuerdos, al utilizarse un implemento que a ciencia cierta está prohibido por la reglas del béisbol, que especifican claramente lo que se debe o no utilizar en esta disciplina. Sin lugar a dudas, los ojos de la fanaticada estarán puestos en el matrimonio de la esférica nipona con el bate chino, y ya hay aficionados irónicos que indican que para 2003 algún estratega beisbolero de no se sabe qué país recomendará a las autoridades una cañabrava como implemento ofensivo. Más de un lector de Rapidísimas nos solicitó los resultados finales de algunos peloteros cubanos en la recién terminada contienda de Grandes Ligas, y aquí están los pertenecientes a la Liga Nacional: Reinaldo Ordóñez, short stop de los Mets, bateó para 247 con 114 hits en 461 comparecencias, 31 anotadas y sólo 3 bases robadas; Osvaldo Fernández, lanzador derecho del Cincinnati, tuvo una pobre campaña con 5 victorias y 6 derrotas, y una efectividad de 6,51. Liván Hernández rindió su segunda temporada con los Gigantes de San Francisco y, aunque resultó el tirador que más trabajó en su equipo, no le fue del todo bien: ganó 13, perdió 15 y promedio 5,24; actuó en 226,2 innings y le conectaron 266 indiscutibles. Fernando Viña, segunda base de los Cardenales de San Luis, sobresalió al batear para 303, 191 hits en 631 veces al bate; es un magnífico primer bate y gran defensor de su posición. Edil Oropesa, el zurdo de Matanzas que cumplió su gran sueño de actuar en el Big Show después de 8 largos años en las Menores, actuó como relevista con los Filis de Filadelfia, participó en 30 juegos, preferentemente ante bateadores de su mano, y en 19 entradas sacó en claro 16 indiscutibles con 15 ponchetes, una victoria sin derrotas y porcentaje de 4,54. Maikel Quintero, el rápido tirador capitalino, juega con la novena Algodoneros de Guasabe, en la Liga Mexicana del Pacífico. El lanzador, que fuera estrella de la selección cubana categoría juvenil, arribó a principios del año en curso a Miami después de abandonar Cuba, donde jugó por 3 años con el equipo Industriales...


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