| Residencia en la tierra |
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| Béisbol: José Ariel Contreras estuvo en la mente, pero no a mano, de los propietarios de equipos en las reuniones de invierno de las Grandes Ligas. |
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| por JORGE EBRO, Miami |
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La oficina del Comisionado de las Ligas Mayores ha propinado una derrota momentánea al lanzador José Antonio Contreras en la batalla que libra por obtener la residencia en un tercer país, lo cual le permitiría entrar a la próxima temporada de la Gran Carpa como agente libre.
El cubano, aconsejado por su agente, el abogado boricua Jaime Torres, ha presentado ante las autoridades del béisbol los documentos que lo acreditan como ciudadano residente en México, pero la comisión de reglas dictaminó que al menos uno de ellos no tenía la suficiente fuerza legal como para evitarle pasar el por el draft amateur que tendrá lugar en junio próximo.
Este contratiempo, que seguramente será saldado en los próximos días para beneficio del pinareño, le ha impedido, sin embargo, llegar a tiempo a esa gran cita que son las reuniones invernales, donde se reúnen los propietarios de equipos de Grandes Ligas junto con los gerentes generales.
Las reuniones invernales son importantes en cuanto aquellos que pagan salarios y firman cheques pasan balance al talento disponible y sopesan las opciones y necesidades de sus respectivos equipos. De modo que al cubano se le ha tenido en mente, pero no se le ha tenido a mano.
Su disponibilidad en el mercado de agentes libres depende ahora de una simple acción de la burocracia mexicana o estadounidense, según lo interpreten los jerarcas de las Ligas Mayores: alguna firma tal vez ilegible o un cuño traspapelado que se olvido a última hora.
Tampoco es para rasgar vestiduras. Los equipos que andan tras el cubano —se dice que los Medias Rojas de Boston son los principales postores— ya deben tener separado el dinero de su firma, especialmente ese preciado bono por 15,5 millones de dólares, un poco superior a los 15 millones recibidos por Danys Báez con los Indios de Cleveland.
De no ocurrir una debacle —que las Grandes Ligas no transen de ningún modo en el asunto de los papeles—, Contreras se convertirá en el lanzador cubano mejor pagado de todos los tiempos, y el que más ha recibido de todos los llegados de la Isla en las décadas de la revolución.
En estos días, Contreras se encuentra en Nicaragua impartiendo conocimientos en el club de San Fernando, perteneciente a la liga de pelota de ese país centroamericano. Uno de los requisitos para entrar en la agencia libre es, además de encontrarse fuera de Estados Unidos, estar vinculado al béisbol de alguna manera.
Por supuesto, el cubano ha causado sensación y se ha convertido en el centro de los noticieros deportivos y de los titulares de los diarios. Da consejos a los lanzadores del San Fernando y, de paso, aprovecha para estirar el brazo, ya que el entrenamiento de primavera está al doblar la esquina.
Si Contreras resuelve su situación legal en los próximos días, tendría que presentarse en el campo de entrenamiento, digamos, por ejemplo, de los Medias Rojas, en la última semana de febrero, cuando se reportan los lanzadores y los receptores, mientras que el resto del equipo lo haría en la primera semana de marzo.
De modo que la estancia en tierra nica no le viene nada mal al espigado moreno, un hombre del que los especialistas comentan que no le haría falta pasar un tiempo en las Menores para imponerse en el béisbol de primer nivel. De momento, Contreras espera por la firma, el cuño o el trámite que sea, para obtener la anhelada residencia. Que es como decir para empezar a vivir.
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