Martes, 24 septiembre 2002 Año III. Edición 457 IMAGENES PORTADA
Deporte
Las cubanas ya no son reinas

El Campeonato Mundial de Voleibol Femenino celebrado en Alemania confirma las carencias del equipo nacional.
por IVáN GARCíA, La Habana  
Mireya Luis
Mireya Luis

Dos noticias. La mala es que tras ocho años de reinado mundial en el voleibol para damas, las morenas del Caribe acaban de perder la corona en Alemania. La maquinaria de la Isla, que antaño deslumbrara con su juego de otra galaxia, ya no es la misma.

Pero —y aquí está la buena noticia— el papel desempeñado por la novel sexteta antillana, al obtener el 5º lugar, es encomiable. En el cuadro cubano hay seis voleibolistas entre 16 y 18 años, todas de grandes potencialidades. Cierto que tienen que mejorar en algunos aspectos técnicos como el recibo, la calidad del pase y agrupar mejor el bloqueo en la defensa de la net, pero cuentan con un ataque demoledor. Probablemente a la vuelta de un par de años, cuando mejore el complejo I (recibo-pase-ataque) no tendrán rivales. Así que, de acuerdo al nivel técnico-táctico del plantel y a su experiencia y madurez, el quinto lugar es muy buena ubicación.

En este torneo del orbe, efectuado en varias ciudades alemanas, hubo un campeón inédito: Italia. Las azurri jamás habían sido campeonas del planeta, pero en el partido por el oro demolieron a Estados Unidos 3 sets por 2. Los dos equipos favoritos, Rusia y China, se tuvieron que conformar con discutir los escaños 3 y 4. Y Rusia superó a China 3 sets por 1.

Cuba, por su parte, tuvo en Yumilka Ruiz a la segunda mejor atacadora del Mundial y tercera entre las anotadoras. En 11 encuentros disputados las criollas ganaron 8, incluido un triunfo frente a las nuevas campeonas, las italianas, y tres reveses contra Rusia, Estados Unidos y Sudcorea en la etapa preliminar. Pero en la discusión por el 5º escalón se desquitaron y superaron a las sudcoreanas, 3 sets por 2.

Las nuevas morenas ya no cuentan con estrellas del calibre de Mireya Luis, Marlenis Costa, Tamaris Agüero, Regla Bell o Ana Ibis Fernández, retiradas algunas, otras lesionadas. En el caso de la Agüero y la Bell, se marcharon del país y hubo que hacer una renovación forzosa.

Eugenio George, el mejor DT del siglo XX, no se intimidó, y tras tres meses de preparación salió al ruedo con sus inexpertas jugadoras. No lo hizo mal.

El futuro es promisorio si nuestras actuales voleibolistas deciden permanecer en Cuba. También es cierto que para clavar el techo del voly se necesita competir en ligas de nivel, como las de Italia o Brasil. Y ya se sabe que el Gobierno de Fidel Castro no es muy dado a que sus deportistas compitan en circuitos profesionales y ganen dinero.


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