Superliga: Habaneros al frente |
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A pesar de la paridad observada en este nuevo torneo beisbolero, falta el calor de la afición. |
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por IVáN GARCíA, La Habana |
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Muy poco. Sólo medio juego de ventaja separa a la novena Habaneros de Centrales y Occidentales. Cuando se han efectuado 12 partidos de los 30 previstos, el torneo de los cuatro grandes marcha muy parejo. Habaneros con 7-5; Centrales y Occidentales 6-5 a 0,5, y Orientales un poquito más alejado, a 3 rayas, con 4 victorias y 8 derrotas.
Nadie se ha podido despegar del pelotón. Pero a pesar de la paridad de esta Superliga, el torneo no ha enganchado en los fanáticos. Ora el calor fortísimo de julio, ora el juego formal y sin mucha garra de los equipos involucrados. Lo cierto es que la afición no acude a los estadios.
Y no por falta de calidad. En este evento está jugando lo más selecto del béisbol en la Isla. Los especialistas y la crónica deportiva esperan que en el transcurso de la Serie aumenten el espectáculo y las taquillas.
Por el momento, el pitcheo se impone al bateo en esta Superliga. La ofensiva general es de 265. Mientras el pitcheo se comporta para 3,67. Por colectivos, Occidentales marcha al frente en bateo, con 280, y es el mejor en defensa, con 977. Habaneros es el de mejor pitcheo, con 3,37.
En lo individual destaca Andy Zamora (Centrales), líder de bateo con 487. Uno de los peloteros cubanos que pinta bien y mucho, Frederick Cepeda, es líder en jonrones (4), dobles (5) y anotadas (8). El que más carreras remolca es Michel Enríquez (Habaneros), con 11. Enríquez, por cierto, está ausente desde hace varios partidos debido a una lesión. Otra estrella en ascenso, Kendry Morales, sufrió una meningitis viral leve y aunque fue dado de alta médica, aún no se ha incorporado al juego diario.
En el pitcheo brillan José Ibar (Habaneros), Yovany Aragón (Centrales) y René Espín (Occidentales), todos con dos victorias. Orestes González está al frente en carreras limpias, con 0,64. Y la pistola más rápida, Maels Rodríguez, es el rey del ponche, con 17.
Esta semana continúa la Superliga, un torneo de calidad pero sin el calor de la afición. Y ya se sabe que una competencia con las gradas desiertas es como una orquesta sin director.
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